Nicolás Maduro, autoridades de su gobierno y opositores recordaron este lunes, desde distintas perspectivas, los sucesos del 11 de abril de 2002, cuando un golpe de Estado mantuvo a Hugo Chávez fuera del poder por dos días.
Maduro aseguró en Twitter que el «golpe de Estado contra el comandante Chávez fue un crimen nefasto de la derecha oligárquica contra la Constitución, la institucionalidad y el pueblo venezolano, que ha transitado 20 años de victorias con determinación y valentía».
Por su parte, el canciller Félix Plasencia dijo en la misma red social que «aquel 11 de abril del 2002 marcó, sin duda, el renacimiento social de Venezuela, determinando un nuevo panorama geopolítico, donde el pueblo asumió un rol protagónico en la defensa de la soberanía y respaldo de la Revolución Bolivariana».
En opinión del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, «el mundo fue testigo de la saña de esa facción subversiva, de su carácter antidemocrático y de su bajeza (…) dos décadas atrás, apoyados jactanciosamente por el imperialismo, no pudieron (…) ¡Nunca podrán!».
Mientras que el ministro de Interior, Justicia y Paz, Remigio Ceballos, dijo que tras «20 años de ataques continuados desde aquel atentado contra la Constitución, el país se mantiene en resistencia, más leales y unidos contra el fascismo».
A criterio del opositor David Smolansky, quien se mostró orgulloso de haber marchado ese día, fue «la manifestación pacífica más icónica en la historia reciente de Venezuela y la región».
«Honor a los 13 caídos por los pistoleros chavistas de Puente Llaguno. Honor a los Policías Metropolitanos que nos protegieron», agregó.
En esa fecha, en el llamado Puente Llaguno -puente vial próximo al palacio presidencial- se reunieron partidarios de Chávez, junto con francotiradores ocultos en azoteas de edificios cercanos, señalados de causar las 19 muertes registradas.
La opositora Olivia Lozano rememoró el 11 de abril de 2002 como «el día de la infamia contra los venezolanos, quienes, en sus aspiraciones de rescatar su libertad y democracia, fueron acorralados, muchos asesinados, y reprimidos por un régimen opresor».
«Hoy las causas que motivaron esa movilización están vigentes y son más urgentes», añadió.