El régimen de Nicolás Maduro pretende exacerbar el nacionalismo de los ciudadanos y justificar una posible detención del presidente encargado, Juan Guaidó, afirma el general retirado y ex ministro de Defensa Fernando Ochoa Antich.
A su juicio, con el decreto de alerta naranja en la frontera con Colombia, la cúpula chavista trata de procurarse un hecho bélico para conseguir el apoyo de los venezolanos «con la bandera de la patria ultrajada».
«No existe evidencia alguna de amenaza bélica contra Venezuela por parte del Estado colombiano. Lo que sí existe, y es público y notorio, es la presencia y permanencia de grupos irregulares de la subversión colombiana a lo largo de nuestro territorio fronterizo», indicó.
Aseguró, además, que de llegar a una acción armada la FANB no estaría preparada, por lo que «constituiría una criminal irresponsabilidad de los mandos que pretendieran involucrarla en esa aventura».
El general retirado destacó que la denuncia realizada por Delcy Rodríguez en contra del mandatario interino sobre la supuesta entrega del Esequibo, por la cual se inició una investigación, «no tiene fundamentos».
«Sobran las evidencias de que en la historia de Venezuela no ha existido gobiernos más entreguistas que los de Hugo Chávez y Nicolás Maduro», enfatizó.
—¿Qué representa el decreto de alerta naranja para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, el país y las relaciones internacionales?
—Los integrantes de la Fuerza Armada Nacional lo toman como una manifestación más de su utilización como instrumento de distracción ante los graves problemas que aquejan al país. Esto lo corroboran personas que viven en la frontera, que expresan su desconocimiento de algún despliegue importante de unidades militares en esas áreas.
En cuanto al país, no parece que los venezolanos hayan tomado en serio el anuncio de esa alarma. Ni siquiera se habla o se discute sobre este asunto. En relación con la situación internacional, esa acción incrementa las graves tensiones existentes en la región como consecuencia de la diáspora venezolana.
—¿Estaría buscando el gobernante chavista una acción armada con el gobierno colombiano?
—La experiencia nos enseña que todo tirano en dificultad trata de procurarse un hecho bélico que exacerbe el nacionalismo de su pueblo con la bandera de “la patria ultrajada”. De esta manera, se logra que los ciudadanos que lo rechazan cambien de opinión por muy poco tiempo, retornando con gran rapidez a su anterior posición. Ejemplos hay muchos. El más reciente fue el de la dictadura argentina y la guerra de las Malvinas. De todas maneras, es importante resaltar lo que significó la derrota argentina en esa absurda operación militar. El general Galtieri tuvo que entregar el poder a los pocos meses de haber tomado tan absurda decisión.
—¿Estaría la FANB preparada para una acción de esta magnitud?
—Hay que tomar en cuenta las condiciones de precariedad que en todos los aspectos de la vida nacional padece Venezuela. Es impensable que un régimen, incapaz de proveer un mínimo de eficiencia en los servicios públicos ni de satisfacer las más elementales necesidades de alimentación para su población, y que tiene un rechazo popular superior a 80%; pueda convencer a ningún ciudadano de ir a exponer su vida, para mantener ese deplorable estado de cosas.
Por si eso fuera poco, cuando observamos la cantidad de hechos denunciados que tienen que ver con atropellos e injusticias perpetrados por militares contra compañeros de armas, la comisión de delitos comunes por miembros de la Fuerza Armada Nacional y las graves acusaciones contra los altos mandos de la institución por los graves delitos de corrupción y narcotráfico; no podemos sino inferir que nuestra Fuerza Armada, lamentablemente, adolece de muy baja moral, factor fundamental para el desempeño eficaz, eficiente y decidido de un buen combatiente.
Si acaso lo anterior no fuera suficiente, se está tratando de provocar una confrontación con una nación con fuerzas armadas profesionales, altamente entrenadas, equipadas y compenetradas con su rol institucional. Además, Colombia es miembro de la OTAN y cuenta con el apoyo irrestricto de Estados Unidos, lo que dice mucho a la hora de comparar lo que operacionalmente se conoce como “el poder relativo de combate”, el cual es abrumadoramente favorable a Colombia. Algunos alegan la posibilidad de que Venezuela reciba apoyo militar ruso, lo cual, si eso se diera, sería muy limitado.
—El régimen acusa a Juan Guaidó de entregar el Esequibo a cambio del apoyo del Reino Unido e, incluso, el Ministerio Público inició una investigación en su contra. ¿Qué opina de esta denuncia?
—Si la situación no revistiese tanta gravedad, la verdad es que estas declaraciones no provocarían otra cosa sino hilaridad. Hugo Chávez privilegió siempre sus intereses políticos particulares antes que los intereses vitales de la nación y Nicolás Maduro lo secundó en ese cometido. Fue así como, para nombrar algunos casos, colocaron nuestra reclamación del Territorio Esequibo ante Guyana en el actual estado de dificultad en que hoy se encuentra. En 2007 propusieron la creación de un condominio con Colombia en el golfo de Venezuela, lo cual felizmente no ocurrió, solo para congraciarse con Álvaro Uribe, quien era presidente de Colombia; permitieron la masiva invasión de cubanos para ejercer funciones en el Estado que sólo corresponden a venezolanos; han cedido inmensas áreas de nuestro territorio al control de bandas armadas de la subversión colombiana y del crimen organizado; y han comprometido el futuro de muchas generaciones, regalando y apropiándose indebidamente de ingentes recursos que eran necesarios para el desarrollo nacional.¿Con qué autoridad moral y a quién piensan engañar con tan descabellada acusación?
—¿Qué busca ahora el régimen de Nicolás Maduro con estas acciones?
—Vista la situación actual, principalmente la de Maduro y su camarilla, creo que esas acciones solo pretenden crear confusión, desviar la atención sobre las graves acusaciones que pesan sobre ellos, derivadas de su involucramiento explícito con los supuestos disidentes de las FARC y su connivencia con otros elementos del crimen organizado. Además de, como siempre, ganar tiempo en lo que le resta de poder, a cualquier costo. También creo que busca fortalecer el sentimiento nacionalista del pueblo venezolano para tratar de ganar las próximas elecciones parlamentarias y pienso que se equivoca. Los venezolanos, si así lo decide el liderazgo opositor, votarán masivamente en contra del PSUV a fin de garantizar que la Asamblea Nacional permanezca bajo el control de la oposición democrática.
—¿Qué pasaría de avanzar en sus planes con la FANB en la frontera y la denuncia en contra de Guaidó?
—De acuerdo con mi respuesta sobre la preparación de la Fuerza Armada Nacional para una confrontación, no creo que pueda pasar mucho más allá de algo parecido a la rimbombante orden de movilización de diez batallones de tanques a la frontera con Colombia, ordenada por Hugo Chávez por televisión, con motivo del ataque de las Fuerzas Armadas Colombianas al campamento del “Mono Jojoy” en territorio ecuatoriano, el cual terminó con su eliminación. Toda Venezuela fue testigo de la ridiculez que significó esa movilización y dejó en claro la incapacidad de la Fuerza Armada Nacional para realizar una operación militar de esa magnitud.
En relación con la denuncia contra Guaidó, a la luz de todo cuanto se ha tratado de hacer para una posible detención y los correspondientes fracasos, dudo que se atrevan a tomar una decisión tan delicada. En caso de hacerlo, estoy convencido de que se comprometería la estabilidad del régimen madurista.