De la frustración han pasado a la rabia. Un sentimiento que les ha permitido abandonar el miedo para iniciar una lucha en la calle que, dicen, apenas está comenzando. «Ya no me importa nada. No me importa que me boten», aseguró a El Nacional Lamía Martínez, docente de la U.E.N. Antonio Ortega Ordóñez, ubicada en Palo Verde. Al igual que ella, cientos de maestros y profesores universitarios, así como personal obrero y administrativo del sector educativo, salieron a las calles este lunes para exigir un salario digno. Sin embargo, esta convocatoria realizada inicialmente por los docentes, en conmemoración al Día del Maestro, se convirtió en algo más grande: una multitudinaria marcha que concentró a todos los gremios de trabajadores públicos del país.
Pese a las trabas impuestas por el Estado, que desplegó organismos de seguridad para limitar el acceso por principales accesos a la capital y militarizó el centro de Caracas para impedir que la convocatoria se llevará a cabo en el Ministerio de Educación, donde estaba prevista, los trabajadores no desfallecieron. Se concentraron en la plaza Morelos, en plaza Venezuela y en plaza Las Mercedes, para luego partir a una marcha que llegó al Ministerio Público, frente a la plaza Parque Carabobo.
“Yo sobrevivo porque tengo un marido que me mantiene. También porque vendo ropa, zapatos y de todo un poco para sobrevivir. Porque tengo hijos que me apoyan y familiares fuera del país que nos brindan su ayuda. Pero nuestro sueldo es de hambre, no alcanza para nada, es una burla lo que recibimos cada mes”, manifestó Martínez con indignación, mientras reiteró que ya no tiene miedo y que continuará apoyando todas las movilizaciones que convoque el gremio.
Para Martínez la lucha no es solo por el beneficio de los docentes y demás trabajadores públicos, también lo es para que los niños y jóvenes venezolanos puedan acceder a educación de calidad. “A la infraestructura de nuestra institución se le hicieron pequeños arreglos porque los mismos docentes, con ayuda de padres y representantes, nos organizamos y el año pasado decidimos que el proyecto estaría enfocado en recuperar espacios del colegio. De lo contrario, las condiciones de la institución serían mucho peores. El personal del Ordonez nunca se había sumado a la protesta, pero estamos cansados. No es posible que en el colegio no tengamos agua desde hace años, y que aún así sigamos trabajando”, afirmó.
La docente hizo un llamado a las autoridades competentes para que escuchen a los trabajadores y cumplan con sus principales exigencias: salarios indexados a la tasa del dólar, recuperación del seguro médico y seguro funerario, derogación del instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) y discusión del contrato colectivo.
“En el caso de mi colegio, tenemos un acta firmada por una semana para una protesta de brazos caídos. A medida que el gobierno nos de respuesta, decidiremos si empezamos a dar clases al menos dos días a la semana o no”, agregó.
El mismo drama que viven los docentes del magisterio se repite en otros gremios. El sector salud es otro de los grandes afectados por los bajos salarios y las denigrantes condiciones de trabajo, que no permiten, además, brindar una atención gratuita adecuada a la población venezolana.
Coromoto Maiz, delegada del Hospital Doctor Ricardo Baquero González, conocido también como el Periférico de Catia, denunció que en las instalaciones de este centro de salud no tienen insumos, siquiera, para realizar la limpieza necesaria a los espacios, algo de suma importancia para evitar la propagación de bacterias.
“No es justo que en los hospitales no haya nada con qué trabajar. No hay ni siquiera una mopa para limpiar. Las camareras deben llevar trapos de sus casas para poder cumplir con su trabajo como pueden”, señaló a El Nacional.
Maiz afirmó que la mayoría de los trabajadores del hospital “pagan para ir a trabajar” debido a que los escasos salarios no les alcanzan para cubrir los costos del transporte público para trasladarse. Tampoco para vestirse ni alimentarse, por lo que dependen de sus familiares para poder sobrevivir.
“Si no fuese por los familiares que nos apoyan estuviésemos en la calle pidiendo limosna, peor que un mendigo. Con este sueldo ya estuviéramos muertos de hambre, de la miseria”, añadió.
Los jubilados y pensionados de diversas compañías estatales también se sumaron al llamado a protesta. Exigen salarios justos para vivir su vejez con dignidad, así como políticas públicas que permitan la recuperación del país para que sus hijos y nietos regresen a Venezuela.
Este es el caso de Amarilis Rodríguez, jubilada de la empresa de telecomunicaciones Cantv, quien confesó que cobra solo 130 bolívares mensuales, un monto que no le permite adquirir alimentos ni medicinas necesarias. Tampoco tiene acceso a un seguro médico. “Estoy aquí porque Cantv no cumple con el contrato colectivo ni con el artículo 91 de la Constitución. Exigimos al presidente Nicolás Maduro que nos de respuestas”, manifestó.
Rechazan pago de Bono de Guerra Económica
Los educadores venezolanos rechazaron de forma contundente el pago del Bono de Guerra Económica, recibido la madrugada del domingo 15 de enero a través del sistema Patria. El Estado les canceló 580 bolívares al personal activo y 405 bolívares a los jubilados por el Día del Maestro.
Emilio Lozada, presidente de la Federación de Jubilados y Pensionados de Venezuela, catalogó como una burla el beneficio cancelado por el gobierno, y reiteró que los docentes y demás trabajadores públicos no quieren bonos sino un sueldo que les permita vivir dignamente.
“Con un bono no se come”, reclamaron al unísono los docentes en medio de la concentración.
Gabriel Mendoza, presidente del sindicato trabajadores de la Universidad Simón Bolívar, también manifestó su indignación con el bono recibido y señaló que se mantendrán en las calles hasta recibir respuestas concretas.
“Un bono no resuelve nuestros problemas. Lo que queremos es que se respete nuestro contrato colectivo que tenemos años reclamando”, dijo a El Nacional.
Continuarán en la calle
Carmen Teresa Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), agradeció la presencia de otros gremios en esta nueva movilización y les instó a consolidar una unidad para continuar exigiendo sus derechos, contemplados en las leyes y en la Constitución Venezolana. “Creemos en la unidad. Es un problema que le compete a todos los trabajadores de Venezuela”, dijo en declaraciones a la prensa desde la plaza Morelos.
Aseguró que actualmente los docentes adscritos al Ministerio de Educación que más ganan, reciben alrededor de 300 bolívares quincenales, es decir, poco más de 15 dólares tomando en cuenta la tasa oficial del Banco Central de Venezuela, que para este lunes se ubicó en 19, 66 bolívares por divisa.
“Desde el 9 de enero están las protestas en la calle y el gobierno no se ha dignado a llamar a las organizaciones sindicales del magisterio para reiniciar las conversaciones que desde hace más de un año se realizan para la discusión de la tercera convención colectiva. El magisterio junto a otros sectores va a continuar en la calle. Vamos a seguir en la calle porque este gobierno debe cumplir con el artículo 91 de la Constitución de la República. Porque lo único que pedimos es vivir con dignidad”, indicó Marquéz.
Aseguró que 70% de las escuelas están en malas condiciones. No cuentan con los servicios públicos ni los recursos mínimos para atender y dar el aprendizaje adecuado a los niños y jóvenes venezolanos, por lo que hizo un llamado a la sociedad civil, a los padres y representantes para que se unan a la lucha de los docentes. “En las escuelas instamos a que se realicen asambleas generales para dar a conocer las necesidades y los problemas que en cualquier rincón del país tienen los maestros”, agregó.
José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela, anunció que el jueves habrán concentraciones en cada universidad del país. Además, para la próxima semana se está organizando una gran movilización de los trabajadores públicos en todo el país
El gremio de salud también tiene planteado mantenerse en las calles, apoyando al magisterio y próximamente estarán anunciando una nueva acción de calle del sector que será en todo el territorio nacional. Así lo informó Pablo Zambrano, secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud).
@ErikaHDelaR