El diputado a la Asamblea Nacional Gilber Caro, uno de los presos políticos “indultados” por el decreto de Nicolás Maduro la semana pasada, ofreció declaraciones en las que contó detalles sobre su reclusión.
“Ahora estoy en un proceso de adaptación, tengo que sanar la tortura psicológica por la que pasé, he estado tres veces como preso político”, dijo en Vladimir a la Carta.
Y agregó: “A las redes sociales estoy tratando de entrar poco a poco. Estoy fiel a mi organización política, que es Voluntad Popular. Soy amigo de Leopoldo López”.
Sin embargo, indicó que no se siente en condiciones de inmiscuirse abiertamente en la política pues teme ingresar por cuarta vez a prisión.
“No estoy haciendo política como lo hice cuando salí de la cárcel la segunda vez. En la cárcel tuve tiempo para reflexionar. Estuve 8 meses solo. Estuve en una celda oscura. Mi familia no sabía dónde estaba yo. Duré casi 15 días sin poder cepillarme. Estoy con mi psicóloga tratando mi pasado“, relató.
“No quiero más nunca pasar por una prisión política. No me quiero adentrar ahorita en la política porque tengo muchas heridas emocionales”, enfatizó.
Intolerancia
El diputado lamentó que haya quienes critican que tomara el “indulto” de Maduro.
«Es difícil que uno esté preso por los venezolanos y los venezolanos dándote con un garrote. La intolerancia a mí me ha dado hasta con el tobo», recalcó.
“Me aislaron totalmente. Solo me dejaban salir de la celda 30 minutos en la mañana y 30 minutos en la tarde. A quienes hayan criticado que salimos por alguna medida, esas personas nunca han estado en prisión. A quienes critican, mi hija y mi libertad no tienen precio”, expresó.
“Es muy fácil opinar desde un hotel de cinco estrellas meneando un Whisky y comiéndose un caviar. Muy distinto es hablar debajo de una escalera donde dormí ocho meses, donde no podía estirar los brazos ni tenía baño”, manifestó.