Autoridades de Trinidad y Tobago, en colaboración con el régimen de Nicolás Maduro, deportó el jueves 17 de diciembre a otros 66 venezolanos, entre ellos 22 niños, adultos mayores, indígenas y una mujer embarazada.
Francisco Marín, periodista venezolano radicado en Trinidad y Tobago, informó en Twitter que 51 de estas personas fueron detenidas en la isla entre el 13 y el 14 de diciembre.
En el grupo se encuentra una niña autista, una mujer embarazada, y un bebé de 8 meses. También iban 2 adultos mayores de 60 y 65 años de edad, y varios indígenas de la etnia Warao.
Los detenidos indicaron que pagaron desde 300 hasta 600 dólares para ser trasladados a Trinidad y Tobago. Varios de ellos intentaban regresar a Venezuela para estar con familiares enfermos de cáncer, mientras que otros eran víctimas de tráfico humano o violencia familiar.
Entre los deportados figuran tres personas calificadas como posibles miembros de una red de traslado ilegal de personas, por lo que se presume que al llegar a Venezuela enfrentarán un proceso penal.
Las personas relataron las grandes dificultades de realizar el viaje de Venezuela a la isla. «Nadie utiliza salvavidas, y los niños y adolescentes son amarrados dentro de los peñeros para que no se salgan con los saltos que se producen al ir a alta velocidad en el mar», indicó Marín.