Militares venezolanos desmantelaron un campamento con 1.200 kilos de pólvora y más de 800 artefactos explosivos, y otro dedicado al tráfico de combustible y de sustancias para elaborar drogas, ambos propiedad de presuntos terroristas colombianos, informó este sábado el alto mando de la Fuerza Armada Domingo Hernández Lárez.
Según el funcionario, que no precisó si hubo detenidos, la estructura dedicada a la fabricación de explosivos se encontraba en la localidad de Semprun, en el estado Zulia —fronterizo con Colombia—, mientras que la otra estaba instalada en el municipio de Catatumbo, en la misma región.
«Operación Relámpago del Catatumbo, en el municipio Semprún, estado Zulia, la FANB desactiva y destruye instalación tancol para la fabricación de explosivos. Entre las evidencias se encontraban 1.200 kilos de pólvora, 700 detonadores, 130 trampas explosivas con metralla y 6 granadas de mortero», escribió Hernández en su cuenta de Twitter.
El comandante estratégico operacional de la FANB señaló en otro tuit que, en el municipio que da nombre al operativo, se destruyó un «campamento invasor tancol dedicado al tráfico de químicos para la elaboración de drogas y al tráfico de combustible de avión Jet A 1».
«Tancol» es un acrónimo inventado por el gobierno venezolano, no reconocido por ninguna academia de la lengua para referirse a una banda en específico, y con el que el Ejecutivo cita a los «terroristas armados narcotraficantes colombianos».
El pasado jueves, Hernández, acompañado del presidente Nicolás Maduro, afirmó que, en los últimos 5 meses, fueron destruidas, en la frontera que Venezuela comparte con Colombia, 257 «estructuras» usadas para el narcotráfico y el terrorismo.
De los 257 espacios desmantelados, 202 eran usados para la fabricación de explosivos, 23 eran laboratorios para la preparación de drogas y 32 eran campamentos logísticos «para comida y combustible».
Informó, también, que durante el operativo se han «neutralizado» 16 aeronaves y 2 submarinos, y además, se han destruido 46 pistas clandestinas usadas para el narcotráfico.
Asimismo, se desactivaron 1.360 artefactos explosivos improvisados, 1.397 bombonas usadas para la elaboración de minas antipersona y explosivos y se decomisaron 115 armas, 24.700 cartuchos de distinto calibre y 880 cargadores morteros y granadas.