El periódico El Nacional, uno de los emblemas del periodismo venezolano, fue bloqueado por el gobierno de Venezuela para realizar cualquier tipo de trámite ante el Registro Público del país, en una forma de hostigamiento prolongado como medio de comunicación independiente o no afín ni sometido al régimen chavista.
“Son medidas de dictadura: es la hegemonía comunicacional, el modelo cubano de largo plazo. Y lo han ido logrando. En Venezuela no hay prensa libre”, acusó el periodista venezolano Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional, al comparar la crisis con el monopolio estatal de la prensa en Cuba.
“Es entorpecer el trabajo. Nos impiden tener cuentas bancarias, traspasar bienes, hacer operaciones, firmar contratos y registrarlos o registrar nombramientos. Cuando alguien sale de la empresa, tampoco podemos registrar su salida”, dijo Otero al diario El Universal de México.
“Son mecanismos para entorpecer el trabajo de la empresa. Esto, el bloqueo de El Nacional en Internet y la confiscación de sus instalaciones, hacen que el funcionamiento del periódico en Venezuela sea cada vez más imposible”, subrayó.
Al insistir en que son actos totalmente arbitrarios, aseveró que “es una dictadura actuando contra un medio de comunicación, utilizando formas de atropello y de entorpecimiento para impedir su funcionamiento regular”.
“En Venezuela solo están algunas redes sociales todavía no cerradas. Los medios independientes de comunicación están totalmente paralizados y entorpecidos”, recalcó, en una conversación telefónica desde España.
“Los medios venezolanos a los que todavía no han cerrado y se pueden desbloquear sus redes trabajan con las uñas. Tienen bloqueados sus procesos administrativos y a los periodistas los persiguen”, describió.
Ninguna fuente oficial venezolana estuvo disponible para las consultas de El Universal sobre estas denuncias. Como una de sus costumbres desde que se instaló en 1999, el régimen negó que persiga periodistas y medios, alegó ser respetuoso de la libertad de prensa y de expresión y acusó que existe un aparato mediático al servicio del imperialismo de Estados Unidos para desprestigiar a la revolución.
Nacido en 1943, El Nacional suspendió en 2018 su edición impresa por falta de papel y por la aguda crisis política, institucional y socioeconómica de Venezuela.
El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ), leal a Maduro, condenó al matutino en abril de 2021 a indemnizar al teniente Diosdado Cabello, número dos de la revolución, con unos 13,3 millones de dólares por daño moral.
Cabello demandó al rotativo por difamación en abril de 2015 por reproducir una noticia del diario ABC de España acerca de que el poderoso político comenzó a ser indagado en Estados Unidos por presuntos lazos con el narcotráfico.
El proceso avanzó a la ocupación de las instalaciones. Otero salió de Venezuela cuando Cabello planteó la demanda y permaneció desde entonces en el exterior, pero el político logró en mayo de 2015 imponerle medidas cautelares.
El abogado venezolano Juan Garantón, defensor de El Nacional, explicó el lunes a El Universal que al medio venezolano “lo han llevado al extremo: le prohíben registrar propiedades, vender acciones o inscribir cualquier documento”.
“Se le tiene una prohibición universal que atenta contra el derecho a la propiedad privada, al comercio y a cualquier derecho de la persona jurídica del periódico y sin fundamento legal”, puntualizó.
Tras recalcar que la condena de 2021 fue dictada sin un juicio que demostrara que hubo difamación o injuria, alegó que “con base en eso tienen estas prohibiciones, una cadena innecesaria de sanciones que se ha prolongado por mucho tiempo. Es muy complicado”.
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