El narcotráfico penetra de forma sistemática en el ámbito político, dijo Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional.
En una entrevista con el medio Puro Periodismo, de Costa Rica, Otero aseguró que el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio no representa un hecho aislado.
Agregó que lo que vive Latinoamérica es que estructuras criminales quieren tomar el poder político.
“Y si vemos por ejemplo al caso de Venezuela, ya no es una dictadura, es una corporación criminal que ha secuestrado un país. Dentro están todos estos individuos como el Cartel de los Soles, que son parte del régimen y de la estructura del narcotráfico”, señaló.
Dijo que eso se inició como una alianza geopolítica en el caso de Hugo Chávez, de los cubanos, con las FARC y el ELN para lograr beneficios electorales.
“En la medida en que fue pasando el tiempo se fueron involucrando en el negocio, ahora son parte del negocio. De hecho, en el caso específico de Venezuela, tanto Nicolás Maduro como Diosdado Cabello y otros militares tienen recompensa de la DEA, que ha emitido órdenes de captura y dan recompensa. La de Maduro es de 15 millones de dólares, la de Cabello es de 10 millones de dólares, recompensas a quienes les proporcionen información para poderlos capturar”, dijo.
Añadió que por ello el mensaje tras el asesinato de Villavicencio representa un alerta sobre la influencia del narcotráfico.
“Este candidato en Ecuador había hecho denuncias sobre el narcotráfico, había denunciado vínculos de políticos ecuatorianos con otros en Colombia que tienes vinculaciones con el narcotráfico”, manifestó.
Miguel Henrique Otero sobre el narcotráfico
En cuanto a las guerrillas colombianas, Otero destacó que estas no tiene un objetivo político sino hacer crecer el negocio del narcotráfico.
“En Venezuela hay extensas regiones que están en manos de las FARC y el ELN. Esto proviene de alianzas geopolíticas que hizo Chávez con estas guerrillas en un momento determinado, pero hoy en día no son alianzas geopolíticas”, indicó.
Dijo que Venezuela es una Estado fallido con zonas controladas, entre ellas la de Guayana con la explotación ilegal del oro.
Otero expresó que pese a todo existe un movimiento político que el 22 de octubre realizará una elección primaria para escoger a quien se enfrentará con Maduro en las presidenciales de 2024.
Añadió que entonces debe existir una fuerza popular grande y en desobediencia.
Acercamientos entre Estados Unidos y Venezuela
En cuanto a los acercamientos entre Estados Unidos y Venezuela, Otero dijo: “Ha habido un retroceso en la rigidez de las sanciones, Estados Unidos ha considerado pertinente que se pueda comprar más petróleo de Venezuela”.
“A Chevron se le ha permitido exportar petróleo y está cobrando una deuda. Y hay discusión permanente sobre flexibilizar sanciones o no. Pero nunca levantarlas porque muchas de ellas son a título personal”, explicó.
Advirtió sin embargo que no se debe confundir este acercamiento, pues Estados Unidos sigue considerando el régimen de Maduro como ilegítimo.
«Más que una dictadura es una corporación criminal que secuestró un país», dijo sobre el caso de Venezuela.
Y añadió: “Venezuela regresó a la edad media donde hay unos dueños del país que además están involucrados con negocios ilícitos que atesoran fortuna. Hay un pueblo que se muere de hambre. Eso es un caso único”.
Recordó que en América existen tres dictaduras muy fuertes: Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Sobre Colombia dijo que todo podría seguir resolviéndose por la vía electoral, y que en Ecuador el asesinato del candidato hizo que subiera la candidatura correista y puede ocurrir que gane.
Políticas de El Salvador se salen del Estado de derecho
En cuanto a El Salvador, Otero señaló que las políticas que desarrolla el gobierno para acabar con las pandillas se salen del Estado de derecho.
“Los derechos humanos son para todo el mundo. Si bien es cierto que se ha logrado controlar la delincuencia, también hay una situación donde se toman decisiones represivas que sabemos que si no hay sistema judicial que los ampare existen los abusos”, expresó.
Aseguró que la derecha latinoamericana debe reagruparse, pues a su juicio falta un discurso por encima de los intereses políticos.
«El peor enemigo es la desesperanza. Los regímenes avanzan y utilizan esos sentimientos que se desarrollan en la población para paralizarla, y hay que luchar contra eso. Aquellos que no participan terminan siendo cómplices», expresó.