El 3 de agosto de 1943 salió a la calle la primera edición impresa de El Nacional. El periódico comenzaba su tránsito en una Venezuela que se abría paso a una democracia endeble y frágil.
Lo devenido consolidó un proyecto que se ganó a pulso el ser considerado el mejor periódico de Venezuela.
A la fecha han pasado 77 años. Un país con una crisis devastadora, gobernado por el régimen de Nicolás Maduro, es el escenario en el momento. Los esfuerzos por hacer frente a la situación, las dificultades por la debacle económica de la nación y los enfrentamientos con el chavismo en la defensa de la libertad de expresión y el periodismo independiente han marcado los últimos años.
“Es una hazaña haber resistido hasta este momento”, indicó Miguel Henrique Otero, presidente-editor de El Nacional.
“Y vamos a seguir resistiendo gracias a todo el equipo que sigue trabajando con mucha mística. Es mucho más reducido, pero combativo y comprometido con el periodismo y el cambio en Venezuela. Hay que darle unas gracias infinitas por su compromiso, su dedicación y su resistencia en un ambiente tan terrible”, agregó.
El gran titular de El Nacional
“Soy reiterativo al decir que vamos a publicar el gran titular del regreso a la democracia. Seremos el gran periódico del poschavismo”, recalcó.
“Tenemos el orgullo de ser el gran medio impreso venezolano que se ha mantenido vivo durante todo este tiempo tan terrible y además dando la pelea sin censurarnos, publicándolo todo y permitiendo que los venezolanos puedan informarse adecuadamente de las cosas que suceden en Venezuela y el mundo. No hay que flaquear. Soy optimista. Tengo esperanza”, manifestó.
La reconstrucción
Otero, de 73 años de edad, está en el exilio desde abril de 2015. Vive en Madrid. Desde allá asegura que a Maduro le queda poco en el poder. “Este es un régimen que no va a durar mucho tiempo”, aseguró.
“La reconstrucción de Venezuela debemos hacerla todos juntos. Es la unidad de los venezolanos y el regreso de muchos de los que están fuera lo que va a lograr que se reconstruya un país que está totalmente destruido”, dijo.
“Las oportunidades para Venezuela, con sus riquezas, en el momento en el que el régimen desaparezca van a ser infinitas. Ese momento va a llegar más pronto que tarde. Ahí vamos a estar todos para reconstruir al país”, subrayó.
—¿Hay que mantener la esperanza en el cambio?
—Sí, por supuesto. El cambio tarde o temprano vendrá. Esto es un régimen que se mantiene básicamente por la represión, pero es un modelo que no es viable. Si no fuera por la represión no habría manera de mantenerlo. En el mundo contemporáneo mantener un régimen con represión no es tan sencillo. Al final eso termina cayendo.
—¿Por qué Maduro continúa en el poder?
—Se mantiene porque ese es el único objetivo del régimen. No le interesa si la gente se muere de hambre o sufre, si se va del país. Para ellos no es importante si el país se destruye. Lo primordial es mantenerse en el poder a costa de lo que sea. Han desarrollado un sistema de represión y de dominio gigantesco, que pocas veces se ha visto en América Latina. Ha habido dictaduras, pero no una cosa así. Dentro de ese esquema represivo además logró alianzas con fuerzas que soportan ese terrible dominio sobre los venezolanos.
—¿Ha habido errores de la oposición?
—Es inexacto decir que la oposición venezolana es débil o está desunida. La oposición que tenemos es lo que queda después de haber dado grandes batallas masivas. Es una oposición que se ha debilitado por sus derrotas, pero estas no fueron porque estuviera fracturada sino simplemente porque se fracasó en conseguir los objetivos. La oposición ha hecho su papel y no ha estado en posibilidades de derrotar al régimen.
—¿Esa oposición es la que va a forzar la salida de Maduro?
—Lamentablemente la oposición no tiene fuerza para sacar a Maduro. Es una oposición democrática que no tiene las posibilidades reales de derrotar a un régimen tan poderosamente represivo como ese.
—¿Y Donald Trump?
—Tampoco. Los norteamericanos no van a invadir, esa no es una opción viable.
—¿Y entonces?
—En algún momento se encontrará un camino viable, como ha ocurrido antes en la historia. Esas fuerzas incluirán a la oposición.
—¿Cree que las elecciones son una posibilidad?
—No hay condiciones para unas elecciones transparentes. Lo dice el mundo entero. El régimen ha convencido a unos ingenuos o interesados, pero si eso se da será una catástrofe para las fuerzas democráticas venezolanas.
—¿Qué ha sido la más difícil del exilio?
—Lo primero es mantener el contacto. El exilio es complicado para cualquiera. Es algo doloroso. Una experiencia muy traumática. Ver cómo el país se deteriora afecta. Mucha gente pierde esperanza, pero yo estoy seguro que eso va a cambiar. Se ha tardado, pero va a cambiar. Los que estamos afuera regresaremos para ayudar en la reconstrucción de lo que esta gente ha destruido.
—¿Tiene miedo?
—Ese es uno de los elementos que el régimen utiliza para mantenerse en el poder, la represión y el miedo que generan. Buscan paralizar a la gente. Estando afuera el miedo no existe.
—El Nacional se mantiene y trata de afrontar de la mejor manera posible una situación complicada para cualquier medio de comunicación social, adecuándose al formato digital. Sin embargo, mucha gente se pregunta si la edición impresa va a regresar. ¿Es esa una posibilidad?
—El impreso regresará. No tenemos edición impresa porque el régimen no nos ha dejado tener impreso. Son circunstancias. Como los grandes periódicos del mundo regresará a ser impreso. En estos momentos estamos solo en internet, pero la rotativa arrancará en cualquier momento.
—¿Ha recibido nuevas ofertas de compra por El Nacional?
—No. Las ofertas de compra fueron antes del exilio, cuando otros compraron a El Universal y Últimas Noticias. En este momento no creo que haya muchas fuerzas económicas que quieran comprar algo en Venezuela. Los efectos del coronavirus también han sido devastadores.