Migrantes venezolanos se concentran en la frontera entre Estados Unidos y México, con la intención de poder ingresar a territorio estadounidense. Sin embargo, el objetivo a largo plazo de la mayoría es continuar su camino a Canadá.
La entrada a Estados Unidos, ya sea legalmente o de otra manera, sigue siendo extremadamente complicada. Entre los migrantes en Juárez se ha corrido la voz de que Canadá es probablemente un lugar significativamente mejor para iniciar una nueva vida.
El venezolano Nelson Ramírez llegó junto su esposa Yescee Urbina el mes pasado a México. Contó a CBC News que pagaron a los contrabandistas 5.000 dólares para que los transportaran a Juárez, en parte en el techo de un furgón y en parte a pie por esas selvas de Panamá.
Los dos no tienen idea de cómo llegarán ahora más al norte, pero mantienen la esperanza. Saben que no pueden regresar a Venezuela y temen por sus vidas porque se oponen al actual gobierno venezolano.
«¿Qué le diríamos a la gente de Canadá? Huimos de nuestro país porque teníamos que hacerlo. Por favor, dennos una oportunidad en Canadá», manifestó.
Enrique Valenzuela, director ejecutivo del Centro de Atención al Migrante en Juárez, el único centro de ayuda estatal multinivel en México, señaló que entre 400 a 500 personas por día por ese lugar.
«Es desgarrador. Escuchamos todo tipo de historias todos los días. Historias desgarradoras de personas que han pasado por dificultades solo para llegar a este punto. Nuestra misión es trabajar juntos para ayudar», dijo.
En el año fiscal 2022, las autoridades estadounidenses realizaron 2,4 millones de arrestos en la frontera, un récord histórico. La mayoría fueron rápidamente devueltos a México bajo lo que se conoce como Título 42, una parte históricamente rara vez utilizada de la ley de Estados Unidos que permite la expulsión de los migrantes que buscan asilo porque representan un riesgo para la salud.
A finales de febrero, la administración Biden anunció reglas nuevas que dificultan aún más que los migrantes soliciten asilo en Estados Unidos. Han limitado tanto la entrada al país, que ahora los ciudadanos ponen sus ojos en Canadá.
En el diminuto refugio Pasos de Fe en las afueras del centro de Juárez, Yolver Tamariz, un venezolano que huyó de Caracas el verano pasado, tiene claro lo que espera.
«Mi objetivo es Canadá. Siento que hay oportunidades para los latinos que Estados Unidos no ofrece. No quiero establecerme en Estados Unidos. Y me es imposible vivir en Venezuela», manifestó.
A todas horas se ve a migrantes tratando de escapar de las autoridades en ambos lados de la frontera, primero huyendo de la policía mexicana, luego saltando ilegalmente a través del Río Grande hacia Texas, y después tratando de pasar el muro fronterizo.
Para aquellos que logran cruzar, hay lugares en El Paso, Texas, donde se puede encontrar refugio. Una de ellas, llamada Casa de la Anunciación, brinda este tipo de servicios desde hace casi cinco décadas. Al igual que los refugios en el lado de Juárez, este está abarrotado y repleto de literas llenas de migrantes que buscan asilo.
La ciudad de Nueva York está pagando los boletos de autobús de los migrantes en el norte del estado quieren llegar a Canadá. Esto ante el incremento de personas que estaban llegando a la ciudad provenientes de los estados fronterizos.