Una migrante venezolana dijo que prefiere intentar entrar a Estados Unidos que morir en su país, donde afirma no hay condiciones óptimas para vivir. La mujer, identificada como Natalie Padrón, se encontraba en un campamento en el municipio mexicano de Tapanatepec.
Ella viaja con su esposo y sus hijas de 3, 4 y 8 años de edad. La menor presenta indicios de autismo, mientras que las otras dos cuadros de desnutrición.
«Y es mejor intentar entrar a morirnos sin intentar entrar allá, si nos quedamos en Venezuela. Pero para nadie es un secreto que en Venezuela no hay medicamentos, no hay trabajo, no hay nada», dijo la migrante a la agencia de noticias EFE.
Natalie, de 30 años de edad, emigró también para retomar sus estudios que truncó en el segundo año de la carrera de medicina.
Fuerte clima del sur de México
Las siete horas de caminata, algunas bajo el intenso sol, para 30 kilómetros recorrido, en su paso por el estado de Oaxaca, sur de México, minaron físicamente a una parte la caravana migrante ‘Éxodo de la pobreza’ que se reagrupó luego de que el gobierno mexicano la disolvió hace una semana tras partir desde Chiapas.
La caravana avanzó este día hacia San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, con unos 1.000 migrantes animados, pero castigados física y mentalmente por el clima hasta clamar por ayuda humanitaria.
Para llegar a Tapanatepec, los migrantes recorrieron por más de 7 horas 30 kilómetros de caminata, bajo un sol potente, desde las 05:00 am hasta las 12:00 horas pm con una temperatura de más de 30 grados Celsius en su paso sobre la carretera Transístmica.
Piden un corredor humanitario
En este municipio ubicado en la zona oriente del Istmo de Tehuantepec, los organizadores pidieron a las autoridades migratorias mexicanas la conformación de un corredor humanitario para evitar que cientos de familias, arriesguen sus vidas caminando en las carreteras.
Luis Rey García Villagrán, activista y quien encabeza la caravana, anunció en la localidad de Los Corazones, primera localidad oaxaqueña donde arribaron tras dejar atrás el vecino estado de Chiapas, que la caravana «no puede seguir más en las carreteras».
«Vamos a pedirle (a las autoridades migratorias mexicanas) que nos brinden un corredor humanitario para que podamos llegar a la Ciudad de México de una manera ordenada y humana, sobre todo humana, que nos dejen pasar, si no nos quieren dar documentos, sí el Gobierno federal no nos quiere dar documentos que nos dejen pasar, ¿Por qué quieren que a fuerza caminemos?», señaló.
En Tapanatepec, las autoridades municipales improvisaron el campamento para albergar, debajo de una lona y sobre un piso de tierra a cientos de migrantes que descansaron acostados en cartones, colchonetas y los más afortunados en tiendas de campaña.
Este espacio ubicado a unos 300 metros de la carretera Transístmica, no cuenta por el momento con servicios médicos y agua potable. Algunas personas de la municipalidad les proporcionaron comida y agua embotellada, mientras que la autoridad municipal proporcionó juguetes a decenas de niños y niñas que viajan con sus padres.
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