El venezolano Daniel Scotto Medina, que viajó a Chile con la ilusión de darle una mejor vida a su familia, descubrió en el camino que su propósito iba más allá de ese plan y fundó la primera clínica de médicos venezolanos en ese país, Medipro.
Llegó junto con su esposa y con su hija en marzo de 2016, y con la ayuda de una hermana casada con un chileno iniciaron el camino para consolidar su estadía.
Después de dos meses en Chile, una noticia lo motivó a trabajar más: el embarazo de su esposa. Por esta razón laboraba feriados, fines de semana y horas extras, lo cual terminó pasándole factura a su cuerpo.
«Tuve un colapso que me llevó al servicio de urgencias en un cuadro que parecía un infarto. Sucedió en la madrugada y con una esposa con siete meses de gestación que luchaba para revivirme en casa, y mi hija mayor que lloraba desde la puerta sin atreverse a pasar. Eso marcó nuestras vidas», expresó a Crónicas de Chile.
Ese momento crucial en su vida y la de su familia marcó el inicio de lo que terminó consolidado como Medipro, la primera clínica de médicos venezolanos en Chile.
Gracias al embarazo de su esposa conoció el funcionamiento del sistema de salud chileno para las mujeres, y convirtió su emprendimiento en una alternativa que define como «real, sensible y dedicada».
Medipro tiene el objetivo de convertirse en una referencia para la atención a la mujer y el diagnóstico de cáncer «con un acento en lo humano».
La clínica cuenta con 300 servicios y 20 especialidades.
También realiza procedimientos ambulatorios y ecografías a cargo de especialistas.