«Las últimas requisas han sido las más humillantes que he vivido”. Entre sollozos, una madre relató al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) lo vejatorias que han sido las requisas en el Centro Penitenciario Yare III, estado Miranda, después de las actividades públicas, como las vigilias y concentraciones frente al Ministerio Público, que protagonizaron los familiares de los detenidos arbitrariamente en el contexto de las manifestaciones poselectorales.
La ONG aseguró en una nota de prensa que desde la fila para entrar al penal, las madres ya son víctimas de violencia psicológica por parte del director del recinto, Ángel Castro, quien las amenaza con revisarles sus teléfonos celulares y ver sus conversaciones privadas. También les dice, en tono de burla, que ni la oposición ni María Corina Machado las ayuda.
“Cuando estábamos en la cola para la requisa el director salió y comenzó a decirnos: Aquí están las mujeres que les gusta hacer TikTok, que les gusta salir en público y dar declaraciones a la prensa, sigan haciendo TikTok, sigan declarando que ahí les viene su sorpresita”, contó la madre.
Al entrar al área de requisa, donde la acompañaba otra madre, la funcionaria de la Guardia le jaló el cabello para revisarlo y la obligó a sacar la lengua.
“Nos mandaron a desnudar y nos revisaron la ropa en el piso. Después me mandaron a poner en un rincón, me pidió que recostara la espalda en la pared y abriera las piernas como si fuera a parir. La funcionaria me pidió que abriera más las piernas y yo le dije que ya no podía abrir más”, detalló la mujer en medio del llanto.
Y prosiguió: “Mientras estaba con las piernas abiertas me pidió que con mis manos me abriera la vagina, agarró su celular y alumbró en mis partes íntimas. Después me pidió que pujara como si fuese a parir, mientras yo seguía sosteniendo mi vagina con las manos. Fue horrible, me sentí violada sin penetración”.
Al terminar, le pidieron a la madre que se pusiera la ropa. Sin embargo, a la mujer que estaba en el mismo cuarto con ella le tocó una requisa más profunda y la funcionaria llamó al director Castro, quien entró al cuarto cuando ambas mujeres estaban desnudas.
“Cuando iba a salir me pidieron que me desnudara otra vez. Aunque ya me habían revisado todo me volvieron a repetir el proceso tal cual como ya lo habían hecho”, agregó.
Radicalización en las requisas «son para intimidar, atemorizar y crear pánico»
Humberto Prado, director del OVP, explicó que la radicalización en las requisas, luego de que las mujeres asistieron a varios actos públicos, es una política del Estado para intimidar, atemorizar y crear pánico a los familiares, con la intención de limitar su derecho a la información y a la protesta.
“No tenemos autonomía de poderes. La Defensoría del Pueblo no vela por los derechos humanos de los presos, el Ministerio Público no investiga, a través de su dirección de Derechos Fundamentales, a ningún funcionario público. Las investigaciones solo son contra el preso y su familiar. Estos funcionarios son cómplices de violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad”.
Amenazas y cambios de horarios visitas
El OVP también recibió denuncias sobre las amenazas que reciben los privados de libertad si sus familiares continúan con sus declaraciones ante los medios de comunicación. Los jóvenes les piden a sus madres que dejen de salir en videos, porque los custodios les dicen que les tienen “puesto el ojo”.
Prado destacó que estos hechos son un patrón de tratos crueles, inhumanos y degradantes, que podrían ser calificados hasta de tortura.
En el internado Judicial de Carabobo, conocido como Tocuyito, le prohibieron la visita a la hermana de un preso político porque sale constantemente en videos en la prensa. En dos semanas a la mujer le han negado la posibilidad de ver a su hermano y otras madres sienten comportamientos más hostiles de parte de los custodios,
También, el OVP documentó que en este penal, presuntamente, se registraron torturas a algunos reclusos. Unos sufrieron aislamientos, sin acceso al agua, y otros pasaron el día colgados por los brazos o fueron golpeados.
Por otro lado, se registraron denuncias de que el Centro Penitenciario de Aragua, en Tocorón, y el penal de Tocuyito, cambiaron los días de visita de familiares sin previo aviso. Además, movieron de celda a muchos privados de libertad y otros fueron aislados.
“Antiguamente me correspondía la visita el miércoles y por lo general yo viajo desde el interior del país un día antes. Cuál fue mi sorpresa que el martes me enteré de que mi visita fue el lunes y la perdí. Mi esposo se quedó sin paquetería, sin poder verme y además gasté dinero en el pasaje, yo soy una persona de escasos recursos y me cuesta mucho buscar dinero para trasladarme”, relata un familiar.
El OVP insta al Ministerio Público a abrirle una investigación a Ángel Castro, director de este centro penitenciario, por los tratos crueles, inhumanos y degradantes cometidos contra los familiares y los detenidos.
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