Humberto Calderón Berti, ex embajador del gobierno interino de Juan Guaidó en Colombia, dijo este viernes que dentro de sus competencias estaba pedir una auditoría por el caso de corrupción en Cúcuta de fondos que debían destinarse a atender a los militares venezolanos que desertaron el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela en febrero.
El político manifestó durante una rueda de prensa que los delegados de Guaidó en Cúcuta para atender la logística correspondiente al ingreso fallido de la ayuda humanitaria a Venezuela manejaron recursos impropiamente.
«Esa gente manejó unos recursos que nunca supe de dónde venían, cuánto fue o cómo se gastaron. Recibí rumores de que ocurrían cosas indebidas, que había un mal manejo de los fondos», manifestó.
Afirmó que las autoridades colombianas le dieron la alerta y le mostraron documentos donde se hablaba de prostitutas, de licor y del mal manejo de fondos.
Calderón Berti señaló que hubo fuentes de la embajada venezolana que le proporcionaron información de que había doble facturación, facturación ficticia y manejos extraños que estaban reflejados en los documentos.
«Me correspondía mandar a hacer una auditoría, yo no soy policía, no soy fiscal, yo no soy juez para juzgar a nadie. Yo lo que hice fue mandar a hacer una auditoría y esa auditoría estaba expuesta en Caracas, que se estaba haciendo», dijo.
El ex embajador del gobierno de Guaidó expuso que la denuncia realizada por PanamPost sobre la corrupción en Cúcuta fue publicada un día antes de que le entregaran el informe de auditoría, que posteriormente remitió a Guaidó, Julio Borges y Leopoldo López.
«Yo no lo toqué, yo no llamé a nadie para que manipulara ese informe. yo no traté de influir en la forma en cómo se elaboró ese informe. Pero ¿por qué se criticó que se haya filtrado esa información? Debo decir responsablemente que no tuve nada que ver con eso. Pero el hecho no es que se filtró la información, el hecho es que ocurrió, que hubo un manejo indebido de los recursos. La prensa está en su derecho a decir lo que está pasando. El hecho fue que ocurrió y eso había que sancionarlo. La lucha contra la corrupción tiene que ser testimonio permanente de los funcionarios públicos», manifestó.
Calderón Berti resaltó que en las democracias genuinas los medios no se pueden dejar manipular y que los periodistas no pueden ser instrumento de los dueños de los medios.
También resaltó que no ha sido su responsabilidad que la investigación por la corrupción en Cúcuta, a cargo de la Fiscalía General de Colombia, haya tomado tanto tiempo.
«Ellos sabrán por qué. Yo respeto absolutamente la institucionalidad de este país. Lo único que aspiro es que estemos atentos a lo que pase. Lo que decida la Fiscalía yo lo voy a aceptar, pero también voy a estar atento a las manipulaciones y a las presiones que puedan ejercer. Estoy seguro de que no las van a aceptar, pero sé que pueden ocurrir y eso es absolutamente inconveniente para la salud pública de Venezuela», agregó.