39.189 venezolanos han ingresado de forma irregular a Honduras en lo que va de año 2023, la mayoría con el objetivo de llegar a Estados Unidos o Canadá, de acuerdo con cifras oficiales ofrecidas por el país centroamericano.
Desde el 1 de enero hasta el 4 de junio un total de 110.805 migrantes en movilidad habían ingresado a Honduras. Esto representa 69.337 personas más (167,2%) que los 41.468 que entraron en el mismo período de 2022.
Después de los venezolanos, el segundo grupo más grande que ha ingresado a Honduras son los migrantes provenientes de Haití (16.619), seguidos por Ecuador (16.031), Cuba (7.236), China (3.740), Uzbekistán (2.928), Colombia (2.736), India (2.462), Senegal (1.879), Angola (1.829), Ghana (1.300), Brasil (1.286) y Chile (1.055).
El resto de los migrantes proceden de más de una docena de países del mundo, incluidos asiáticos y africanos.
El jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para Honduras y El Salvador, Nicola Graviano, señaló que la mayoría de estos migrantes abandonan su país de origen por motivaciones económicas, reunificación familiar y escapar de situaciones de violencia.
Indicó que estos viajeros se enfrentan a múltiples riesgos durante su largo recorrido y puso como ejemplo, la selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, que en los últimos años se ha convertido en uno de los corredores migratorios más peligrosos del mundo.
«Las redes de tráfico ilícito de migrantes y trata de personas siguen operando en la región, por lo que es fundamental continuar con campañas de información y sensibilización para que las personas puedan tomar decisiones informadas y no sean víctimas de estos delitos, así como continuar promoviendo vías de migración seguras que no pongan en riesgo la vida de los migrantes», subrayó.
El Comisionado Nacional de Derechos Humanos coincidió que en Honduras los migrantes sufren muchos atropellos, principalmente en el cobro ilegal del transporte interurbano, o de agentes policiales.
Graviano destacó que la OIM trabaja de manera conjunta y coordinada con el gobierno de Honduras, la sociedad civil y la Red Humanitaria, que lideran el Sistema de la ONU y la Secretaria de Estado en los Despachos de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales, en la atención de migrantes en movilidad.
La OIM ha apoyado a Honduras en la habilitación de albergues y áreas de descanso para migrantes, y el fortalecimiento de capacidades del personal que atiende a estas personas en gestión de alojamientos temporales, señaló Graviano.