1.082 niños, niñas y adolescentes migrantes venezolanos permanecían hasta el 31 de enero de 2023 en hogares sustitutos, casas hogar, centros de emergencia o internados del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Estos menores de edad, cuyos rostros están plasmados en una galería del ICBF llamada Me Conoces, Niños Venezolanos, se han convertido en el eslabón más vulnerable del éxodo venezolano.
Una investigación realizada por la periodista Paula Andrea Jiménez, en colaboración con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), destacó que mientras que la justicia colombiana trabaja para la posible nacionalización y adopción de estos niños, en Venezuela reina el silencio sobre el paradero de sus familiares.
Estadísticas publicadas por el ICBF señalaron que entre 2015 y 2022 el Estado colombiano tuvo que intervenir para proteger a unos 14.172 menores de edad migrantes y refugiados venezolanos por motivos de omisión o negligencia, falta absoluta o temporal de sus responsables, actos sexuales, por ser niños y adolescentes no acompañados, trabajo infantil, violencia física y/o psicológica, situación de vida en calle, abandono, víctimas de explotación sexual comercial, amenazas de reclutamiento inminente por grupos armados, entre otros.
“Solo tenemos datos de niños y niñas migrantes de Venezuela y por alguna razón no es posible monitorear la nacionalidad de otros niños extranjeros que puedan haber ingresado a procesos administrativos”, dijo Gracy Pelacani, investigadora sobre temas de niñez migrante y refugiada en Colombia.
Pelacani, quien dirige la Clínica Jurídica para Migrantes de la Universidad de los Andes, advierte también sobre el subregistro de los menores no acompañados que entran a Colombia, los cuales, en su mayoría, son adolescentes.
El ICBF estableció un convenio en 2019, vigente hasta 2024, con el Comité Internacional de la Cruz Roja para restablecer, mantener el contacto y procurar la reunificación familiar en Venezuela de menores de edad no acompañados y separados que están en Colombia bajo un PARD.
Hasta la fecha, las organizaciones han restablecido el contacto de 74 niños, niñas y adolescentes con sus familiares en Venezuela.
Sin embargo, debido a que Colombia y Venezuela pasaron años sin relaciones diplomáticas, el trabajo de las organizaciones se ha hecho más complicado.
Tras el restablecimiento de las relaciones entre ambos países en 2022, la reactivación de las sedes consulares avanza lentamente para atender las innumerables demandas y necesidades de sus connacionales en ambos lados de la frontera.
El ICBF reveló que, tras una reunión con la Cancillería colombiana y Unicef, se comprometió a presentar una propuesta de ruta binacional de reunificación familiar con el fin de tramitarla con la Embajada de Colombia en Venezuela y establecer los canales oficiales de comunicación con el país vecino para, de esta manera, determinar las posibilidades y condiciones de retorno de las niñas, niños y adolescentes a su país de origen.