María Corina Machado, coordinadora nacional de Vente Venezuela, aseguró este lunes que la única alternativa para desalojar al régimen de Nicolás Maduro del país es la conformación de una coalición internacional que despliegue una Operación de Paz y Estabilización en Venezuela.
De acuerdo con la opositora, oponerse a la presencia de esa fuerza internacional es condenar a la nación al dominio de las mafias y permitir la destrucción de las democracias de América.
En un artículo publicado en el medio español El Mundo, titulado “Venezuela: el desafío ineludible para Occidente”, la dirigente ratificó que Venezuela es un Estado fallido y una nación ocupada.
Explicó, según una nota de prensa, que la ausencia total de Estado de Derecho, la pérdida de control sobre el territorio y la imposibilidad de garantizar la seguridad humana, así como la anarquía de múltiples grupos criminales, obliga a las fuerzas democráticas a actuar cuanto antes con una amenaza de fuerza real.
“Si bien no existe un ‘derecho de intervención’, sí es legítima la ‘obligación a intervenir y el Derecho a Proteger’”, afirmó en el documento, en el que también enumera los objetivos de esa “operación de paz multifacética”: a) control del territorio, seguridad y desarme; b) asistencia humanitaria primaria; c) reconstrucción de la infraestructura de emergencia y de los servicios públicos; d) restauración de la ley y el orden; e) promoción del Estado de Derecho y f) reinstitucionalización democrática del país.
Y agregó: “Desde un punto de vista causal, el éxito de cada uno de estos objetivos es prerrequisito para el éxito de los otros”. Por esto, consideró que esta operación no debe depender de una sola organización, sino que debe estar conformada por distintos aliados con disposición y legitimidad regional en el marco del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca y diferentes mecanismos interamericanos.
Cuatro acciones concretas
María Corina Machado aseveró que el hemisferio se ha movido en la dirección correcta al aplicar sanciones contra el régimen y empresas del Estado usadas por el aparato criminal, al emitir imputaciones judiciales en Estados Unidos contra las cabezas del régimen de Maduro y al avanzar con la operación multinacional antinarcóticos integrada por 22 países.
“Son pasos firmes en la construcción de una amenaza real a la tiranía. Ello ubica nuestra lucha en el plano correcto: las fuerzas democráticas frente a un conglomerado criminal”, dijo.
Sin embargo, planteó que es necesario acelerar el paso y proceder con nuevas acciones, que ella resume en cuatro: 1. El urgente bloqueo total de los flujos financieros y materiales de Venezuela hacia Cuba y la interrupción de la injerencia en telecomunicaciones entre ambos regímenes, 2. Expandir capacidades y alcance de la operación multinacional antinarcóticos desplegada en el Caribe, de modo que se incluya el bloqueo naval y aéreo de toda actividad de saqueo y colaboración del régimen venezolano con potencias extra-continentales y antidemocráticas, 3. Combatir el sistema de censura y propaganda del régimen a través de medios de alta tecnología y 4. Liderar una coalición para la conformación de una operación de paz multifacética para la recuperación y transición democrática en Venezuela.
“Hemos intentado todo”
La Coordinadora Nacional de Vente Venezuela señaló que los venezolanos están dispuestos a luchar, siempre y cuando vean consolidado ese respaldo internacional definitivo. En este sentido, detalló los mecanismos que están descartados tras 21 años de lucha contra el régimen.
Se refirió a 29 procesos electorales y 15 referendos, con el total control del régimen sobre los resultados y el desconocimiento de aquellos que les fueron adversos. Y dijo: “Si no hay soberanía nacional, no hay posibilidad de soberanía popular. Mientras el régimen esté en el poder no habrá elecciones, sólo farsas”.
También descartó los diálogos, luego de una docena de iniciativas como esas promovidas para lograr una “solución negociada”, que sólo otorgaron tiempo al régimen en el poder. Asimismo, rechazó la posibilidad de una insurrección militar por considerar que “las Fuerzas Armadas venezolanas son una institución en proceso de disolución con un precario apresto operacional” e infiltrada por cubanos y rusos.
Finalmente, celebró la fuerza popular ejercida durante los más de 20 años de régimen chavista, desplegada en todas las modalidades de lucha ciudadana y pese a la represión y el control, pero recalcó que un nuevo intento de este tipo sería “suicida” sin ese respaldo de Occidente, en una “acción conjunta”.
De acuerdo con la venezolana, este planteamiento de urgencia está alineado con los intereses de las democracias de las Américas e insistió en que Occidente no puede permitir la instalación de un Estado fallido, apoyado y ocupado por potencias antidemocráticas y grupos terroristas en el continente.
“Liberar a Venezuela es indispensable para detener la operación de las fuerzas del crimen mundial contra Occidente. No se trata sólo de ser solidario con los venezolanos. Se trata de que cada quien asuma su responsabilidad histórica o sucumba ante el avance de tan inescrupulosa alianza. En nuestras manos está impedirla, por eso debemos actuar juntos, y hacerlo ya”, cierra el texto.