La tranquilidad de diciembre con servicio eléctrico se la llevó el año viejo. Los racionamientos se han intensificado en Maracaibo y varían entre cuatro, seis y hasta ocho horas al día, lo que sobrepasó las 200 horas sin servicio en enero.

Más de seis fluctuaciones eléctricas cada día ocurren en los barrios del oeste de la capital del estado Zulia, una de las zonas más afectadas.

Carmen Sulbarán* es solo una de los muchos marabinos que han padecido problemas de salud por la incidencia de los racionamientos. El miércoles 22 de enero, la presión arterial se le disparó por el calor en medio de un racionamiento que comenzó a las 5:00 pm.

Maracaibo

La mayoría de los racionamientos en la zona oeste de Maracaibo son en la tarde y en muchos casos se prolongan hasta la medianoche. Foto: Crónica Uno

Caída la noche y al ver que no regresaba el servicio, Mayra*, su hija, la acostó y corrió la cortina de la habitación para que la brisa le aligerara el sueño a la mujer de 71 años de edad.

“Como vi que se quedó tranquila me fui a darle la teta a mi hijo de 8 meses. Nosotras vivimos solas, pero a los minutos escuché un golpe. Mi mamá se había caído, se partió la barbilla”, relató la mujer.

Una tragedia debido a las fallas eléctricas en Maracaibo

Mayra llamó al servicio de ambulancia del seguro que paga su hermano, quien vive en Chile hace ocho años. La operadora le dijo que tardaría un poco en llegar porque no había electricidad en la clínica para procesar la solicitud. La ambulancia llegó cuatro horas después.

“Cuando llegamos a la clínica, mi mamá había sufrido un accidente cerebrovascular, la mitad de su cuerpo no respondía. Ahí solo estuvo dos días y luego la trasladaron a un hospital porque el seguro se acabó”, contó.

“Para que dieran el resultado de la tomografía esperamos todo un día porque con los bajones no prendían las computadoras. Mi mamá sufrió un ACV isquémico, estaba grave”, recordó Mayra.

“En el hospital nos metieron en la sala de hospitalización, sin aire acondicionado, con moscas, olores muy fuertes y nada de medicinas ni tensiómetros, nada. El calor era tan insoportable que mi mamá lloraba. Esa misma noche mi mamá sufrió un paro respiratorio y murió”, lamenta la mujer que se negó a dar el nombre del hospital por miedo a represalias.

La salud de Carmen empeoró progresivamente debido a las fallas eléctricas, explicó su hija.

“En 2024 se nos dañaron dos aires acondicionados, los únicos que teníamos en casa, la nevera y tres ventiladores. Los calores la empeoraron mucho y ya era la quinta vez que se caía por la debilidad que le provocaba el calor. Ahora quién me devuelve a mi madre”, pregunta la mujer.

Horas sin luz

Mercedes Urdaneta vive en el sector El Curarire del municipio Jesús Enrique Lossada. Dice que a diario se queda ocho horas sin servicio eléctrico, por lo que ha tenido que cambiar su rutina.

“Desde el 16 de enero estamos así, antes nos quitaban cuatro horas de vez en cuando, pero esto se agravó. Ahora trato de mantener hielo en la nevera, los ventiladores full recargados y menos carne de la que ya compro, porque me da pavor que se me dañe la comida”, relató.

El mismo panorama se repite en los municipios Mara, La Cañada de Urdaneta, Lossada y San Francisco, donde además el servicio de agua es deficiente.

Los marabinos han optado por comprar ventiladores recargables para apaciguar el calor durante las horas de racionamiento eléctrico. Foto: Crónica Uno

Empleo obsoleto

Hasta diciembre, Freddy reparó aires acondicionados en el pequeño taller de su casa. Ahora ha tenido que retomar la mecánica porque ser técnico de refrigeración no es rentable.

“Ya nadie quiere arreglar los aires, mucho menos sale trabajo para lavarlos. Al que se le dañe el aparato así se queda porque la gente no tiene cómo pagar”, dice. Dependiendo de la avería, las reparaciones varían entre 20 y 100 dólares.

Las temperaturas en Maracaibo durante enero han llegado a 38 grados a la sombra, lo cual recrudece la situación durante las extenuantes horas de racionamiento eléctrico.

“No es que estemos acostumbrados, pero sí aprendimos a sobrevivir a esta desgracia de la que tampoco podemos quejarnos mucho, porque ahora no se sabe si también por esto te mandan a buscar”, concluyó Freddy.

*Los nombres se cambiaron a solicitud de las fuentes por temor a represalias.