Olivar Velásquez recibió ocho puñaladas repartidas entre la cabeza, el cuello y la espalda, que le causaron la muerte de manera inmediata. El momento del asesinato fue presenciado por sus dos hijo, quienes le suplicaron al agresor que no atacara a su padre.
“Mami, yo lo vi; él le hizo eso a mi papi”. Estas palabras entrecortadas, cargadas de pánico y resignación, narraron la trágica escena del asesinato del venezolano Johan Daniel Olivar Velásquez, ocurrido la tarde del jueves en el barrio Pueblo Nuevo, en Cúcuta, reseñó el diario La Opinión.
Familiares de la víctima contaron que Velásquez estaba desempleado y se dedicaba a cuidar a sus dos hijos, mientras su compañera sentimental salía a trabajar.
Sin embargo, a las 2:25 pm del jueves 30 de julio todo se transformó en una escena violenta con dos protagonistas del accionar criminal y delincuencial que dejaron una estela de muerte, frustración y dolor a su paso.
El homicida, quien vivía arrendado en la casa de Velásquez, fue identificado como Carlos Miguel Chirino Delgado, de 19 años de edad.
Los niños indicaron a sus familiares que ese día Delgado llegó a la vivienda acompañado por otro hombre, a quien la policía identificó como José Euclides Armas Zamora, de 22 años. Este se encargó de sujetar a los hijos de la víctima y los llevó hacia una habitación, mientras su cómplice cometía el crimen.
Las autoridades tratan de esclarecer si el homicidio fue producto de un robo, debido a que los agresores le hurtaron el celular y un dinero a la víctima o, si por el contrario, sucedió en medio de una riña por un posible reclamo.
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