Pasadas las 9:00 am de este lunes, maestros venezolanos comenzaron a concentrarse en varios puntos establecidos en todo el país para unirse en protesta. Cansados de las precarias condiciones que desde hace meses los aquejan, le exigieron al régimen de Nicolás Maduro la dignificación de sus salarios y mejoras en las condiciones de trabajo.
Uno de los puntos de encuentro en capital era la Plaza Morelos, en Bellas Artes. Pero aficionados al régimen socialista se adelantaron y bloquearon los accesos a la zona para evitar que los educadores se reunieran y continuaran con una movilización hasta la Plaza Caracas, al frente de la sede del Ministerio de Educación.
En un país donde el sistema hospitalario atraviesa una emergencia, la pandemia de covid-19 no significó impedimento para que se redirigieran a la esquina de la Confederación de Trabajadores de Venezuela. Tapabocas, guantes, pancartas resaltaron entre los manifestantes, quienes con fuertes consignas reclamaron que los profesionales ganen entre 1 y 3 dólares al mes.
Sergio Monsalve, periodista y docente, contó en Twitter cómo lo vivieron:
«Fue difícil llegar a la protesta de los maestros. Los colectivos tomaron el control de toda la zona de una manera desproporcionada. La policía impide el paso y asedia la manifestación pacífica. En la marcha estamos solo profesores, estudiantes y pensionados. Algunos ciudadanos que se oponen al régimen. Pero se nos cerca y hostiga como si fuésemos personas indeseables. La dictadura no tiene respeto por los docentes y los adultos mayores».
En la Venezuela socialista de Maduro solo un kilo de queso ronda los 2 dólares.
Pero así como no fue impedimento la pandemia, tampoco lo fue el asedio de los presuntos colectivos del chavismo ni de los funcionarios que obedecen las órdenes del régimen. Poco después, a la concentración cercana a la Confederación de Trabajadores de Venezuela llegaron representantes del sector salud porque, consideran, ambos gremios atraviesan las mismas dificultades.
Instituciones desmanteladas
Daniela Parra, presidenta del Colegio de Médicos y diputada a la Asamblea Nacional, afirmó que las instituciones educativas están completamente desmanteladas, justo como se encuentran los hospitales en el país. Expresó que las aulas deben tener tecnología, higiene, sanidad y factores que ayuden a la nutrición de los estudiantes.
“Los educadores están padeciendo la misma situación que estamos padeciendo en el sector salud; la situación precaria, ganan menos de un dólar diario, lo que, de acuerdo con los cánones internacionales, significa que están en pobreza extrema», rechazó.
Una situación que se suma a las precarias condiciones de los servicios públicos, principalmente la escasez de agua, las fallas en la electricidad y de conexión a Internet, que dificultan el cumplimiento de las actividades virtuales.
Salarios pírricos, culpa de Trump
En la concentración de Plaza Caracas se acercaron representantes del régimen de Maduro, acompañados de Pedro infante, exministro de Deporte y candidato chavista a la Asamblea Nacional en las elecciones del 6 de diciembre, para justificar que los docentes ganan un salario insuficiente debido a las sanciones aplicadas por Estados Unidos.
Aristóbulo Istúriz, ministro de Educación del régimen, no apareció.
“Quiero preguntarles ¿por qué no han pedido el derecho de palabra en la Asamblea Nacional para que los diputados apátridas les respondan con todo el odio y, sobre todo, las violaciones a nuestra patria porque fueron al mundo a pedir sanciones?”, dijo una de las voceras chavistas.
Enseguida se escucharon los reclamos y las quejas de los educadores que rechazaron estas declaraciones.
“¡Eso es una irresponsabilidad!”, replicó una docente. “Aristóbulo Istúriz es un traidor porque él viene de las filas del sindicalismo y Aristóbulo Istúriz fue el precursor del año sabático en Venezuela y hoy él lo está violando. ¿Cómo se explica eso?”, agregó.
Descontento, no solo en Caracas
Y el descontento no solo está en Caracas. Lara, Trujillo, Bolívar, Delta Amacuro, Aragua, Carabobo, Bolívar, Mérida, Miranda, Cojedes y otras entidades también registraron este lunes protestas. El rechazo hacia Aristóbulo Istúriz quedó claro en las declaraciones, pancartas y consignas de los afectados.
«Con hambre y miseria, no hay educación», gritaban unísonos los educadores.
También rechazan el llamado de Maduro para que docentes, estudiantes y padres asistan a las escuelas en algunos días en las semanas de flexibilización. Consideran que el régimen expone a los estudiantes en un país donde no existen garantías y donde diariamente el reporte de casos de coronavirus ronda entre los 800 y 1.000 casos diarios.
Docentes: firmes en las calles
José Miguel Briceño, presidente de Suma Trujillo, afirmó que se mantendrán en las calles para exigir la dignificación no solo de los maestros, sino de los jubilados y de los estudiantes, quienes también padecen las consecuencias de la crisis.
Agregó que las federaciones signatarias acordaron exigir un salario de 600 dólares, acorde con la situación económica del país. «El magisterio no abandonará la calle y cada día se va a profundizar, así nos cueste la vida. Vamos para adelante porque se tiene que dignificar. No nos incorporaremos a clases bajo ninguna modalidad porque no hay condiciones», expresó.
Briceño rechazó el brutal acoso y el abuso de poder de las autoridades.
Alexander Castro, director del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza, en Zulia, calificó de cínico, en declaraciones concedidas a VPI TV, que el régimen haga caso omiso de las evidentes condiciones de precariedad en la infraestructura y en los servicios básicos que aquejan al gremio educativo.
«Por convicción, tenemos que luchar por la educación pública de calidad. Ética y moralmente estamos comprometidos. Porque al perderse la educación perdemos el establecimiento de país y de nación. Estamos iniciando una gran lucha», resaltó.