Nicolás Maduro y el presidente de Guyana, Irfaan Ali, se reunirán este jueves en San Vicente y las Granadinas para abordar el conflicto generado por la disputa territorial entre sus respectivos Gobiernos por el Esequibo, un territorio de unos 160.000 kilómetros cuadrados que separa los dos países.
El encuentro se producirá después de varias semanas de tensión y la celebración de un referendo unilateral en Venezuela, donde la mayoría de votantes apoyaron, entre otras cuestiones, la iniciativa del Gobierno de anexionarse la zona disputada y convertirla en un estado más del país.
Ante este panorama, la preocupación de varios países de la región fue en aumento por temor a una escalada bélica, producto de las decisiones tomadas por Venezuela tras el referendo, como ordenar el asentamiento de una división militar cerca del área, brindar la cédula de identidad venezolana a pobladores del Esequibo, nombrar una autoridad única para la zona o modificar el mapa de la nación.
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Además, el discurso chavista se endureció, hasta el punto de asumir la consigna de que el referendo era vinculante por emanar del «mandato popular», pese a que solo una de las partes en disputa votó, quedando la otra sin voz ni voto, igual que los esequibanos, residentes en el territorio en litigio.
Con el objetivo de frenar la tensión y de evitar acciones individuales, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y la Presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe propusieron a las partes en conflicto una reunión entre Maduro y Ali, que se celebrará hoy, en la presencia de varios líderes de la región.
Según informó ayer el anfitrión, el primer ministro sanvicentino, Ralph Gonsalves, asistirán al encuentro representantes de Brasil y de Naciones Unidas, así como el presidente de la Comunidad del Caribe (Caricom) y primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit.
También participarán el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley; la jefa de Gobierno de Barbados, Mia Mottley; y líderes de Santa Lucía, Granada y Bahamas.
Asimismo, estará en el encuentro Celso Amorim -quien fue ministro de Exteriores y de Defensa de Brasil-, en calidad de enviado personal del presidente Lula.
Pese a las intenciones de los mediadores de buscar un acuerdo, Ali manifestó, a principios de esta semana, que el objetivo de la reunión es rebajar la tensión pero no negociar sobre la frontera terrestre, mientras Maduro dijo que espera que sea un «punto de partida hacia el retorno de las negociaciones», a la vez que continuó con los planes unilaterales para el Esequibo, aunque con el tono rebajado.
Entretanto, el Parlamento venezolano, controlado por el chavismo, ha aplazado la aprobación de la Ley para la Defensa de la Guayana Esequiba, un texto que estaba previsto que fuera autorizado este miércoles, tras una semana de consulta pública promovida por instituciones del Estado.
El marco legal en cuestión, del que los diputados no han hecho comentarios en las últimas 48 horas, plantea establecer una especie de «gobierno» en remoto para el territorio disputado, así como asentar una división militar en una localidad próxima al Esequibo, sin incursiones de momento.