Maduro y Duque
Foto Archivo

La petición hecha por Iván Duque a Estados Unidos para considerar a Venezuela como país patrocinador del terrorismo no tardó en tener respuesta del régimen de Nicolás Maduro. El canciller Jorge Arreaza fue el encargado de devolver el golpe, tildando de cínico al presidente colombiano y acusándolo de mandar en un narcogobierno.

De esta forma, el lunes 26 se escribía el más reciente caso de una serie de enfrentamientos que los gobiernos de ambas naciones han protagonizado en los últimos años.

Desde su llegada a la presidencia en agosto de 2018, Duque ha sostenido un constante intercambio de críticas con Nicolás Maduro y su régimen. Apenas asumió el poder, el mandatario colombiano dijo claramente que apoyaba los pedidos para aislar al régimen y pedir elecciones independientes en Venezuela.

“Lo más importante ahora es que si la dictadura no termina, la migración no acabará.Por eso, utilizando todos los acercamientos diplomáticos necesarios, tenemos que aislar el régimen y pedir elecciones independientes”, dijo Duque en una entrevista con la BBC.

En octubre del mismo año el líder chavista tildó al mandatario colombiano de ser un diablo que odia a Venezuela. Lo acusó de no ir ni al baño sin preguntarle al embajador estadounidense si tiene permiso para ir.

“Es un pelele del imperialismo y su gobierno es de lo peor, muy impopular y muy repudiado por Colombia”, dijo Maduro durante una conferencia celebrada en el Palacio de Miraflores.

Las palabras del líder chavista llegaron luego de que Bogotá acusó a Caracas de violar su soberanía territorial y su espacio aéreo. Todo esto en uno de los puntos más álgidos del éxodo de millones de venezolanos que buscan escapar de la crisis que vive el país.

En aquella oportunidad, el gobierno colombiano se limitó a responder los insultos de Maduro mediante una nota emitida por la Cancillería. “El Ministerio de Relaciones Exteriores considera estas declaraciones como una ofensa a la dignidad del cargo de presidente de la República de Colombia, a la del gobierno que representa y a la del pueblo colombiano que lo eligió. Por ello, exige respeto por parte del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela”.

“Grandísimo hijo de…”

2019 tuvo como personaje principal de la política venezolana al opositor Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, quien se juramentó el 19 de enero como presidente encargado.

Casi de inmediato, un grupo de países reconoció al opositor como presidente interino del país. Colombia fue uno de los gobiernos que mayor apoyo mostró al anuncio.

A inicios de febrero Maduro ya había dedicado algunas palabras a Duque advirtiéndole de que le quedaban pocas horas en el poder, a raíz de su baja popularidad.

Sin embargo, estas declaraciones no estuvieron cerca de toda la artillería verbal que desplegó sobre el mandatario colombiano el 23 de febrero.

“Parece un tira piedra. Él tiene cara de angelito, dan ganas de agarrarle los cacheticos así; Chucky, Chucky, Chucky es lo que eres tú. Está conspirando diariamente contra nuestro país. Grandísimo hijo… de la tuya, grandísimo hijo de Santander y todas las tuyas”, dijo el líder chavista.

Colombia no brindó ninguna respuesta formal a esas declaraciones.

“Se le asoman las orejas al burro”

Pocos meses más tarde, el 30 de junio, el proceso de paz colombiano sufrió un duro revés cuando el exlíder de las FARC y parlamentario electo Jesús Santrich desapareció.

Entonces, Duque no dudó en señalar que tanto Santrich como el también prófugo Iván Márquez estaban escondidos en Venezuela, amparados por el régimen chavista. Señaló que participarían en el Foro de Sao Paulo que se celebraría en julio.

Finalizado ese evento, ni Santrich ni Márquez fueron vistos, pero Maduro no pasó por alto la ocasión. “Iván Márquez y Jesús Santrich son bienvenidos a Venezuela y al Foro de Sao Paulo cuando quieran venir, son los dos líderes de paz. Timochenko y Catatumbo y las FARC son bienvenidos a Venezuela cuando quiera venir porque son líderes de paz”, dijo durante el cierre del foro.

La respuesta colombiana no tardó en llegar, pese a que fue emitido desde el otro lado del mundo. Duque se encontraba en medio de una visita de Estado en Shanghai (China), desde donde dijo: “A Nicolás Maduro cada vez se le asoman más las orejas de burro”.

“No solamente es que él ha albergado terroristas colombianos desde hace muchos años, sino que una vez más ratifica que Venezuela es un santuario para terroristas y para narcotraficantes”, dijo el jefe de Estado.

“Allá están los cabecillas del ELN, ahora están algunos de los líderes de las disidencias de las FARC y no hay duda alguna de que también Santrich está protegido por ese régimen dictatorial. Creo que una vez más comete él la burrada que lo ha caracterizado de seguir protegiendo al terrorismo. Ante los ojos del mundo esto es una motivación más para seguir acercando el cerco diplomático y que deje rápidamente de flagelar al pueblo venezolano”, añadió.

“Imbécil” y “el método dictatorial”

Otro de los capítulos más tensos entre Duque y Maduro se produjo en setiembre de 2019 luego de que Duque entregó un informe al secretario general de Naciones Unidades, António Guterres, en el que documentaba la presencia de miembros del ELN en territorio venezolano.

Pocos días después, el diario El Colombiano reveló que cuatro de las fotos presentadas en el dossier no correspondían a las denuncias hechas por el mandatario. Eso terminó provocando el despido del jefe de la Inteligencia Militar colombiana, lo cual fue capitalizado por Maduro.

“Se podría titular el rey de los falsos positivos, Iván Duque en la ONU y podría hacer un documental”, respondió Maduro en una de sus acostumbradas transmisiones.

“El imbécil; no se puede calificar de otra forma, de Porky. Entiéndase de otra forma, el imbécil de Iván Duque fue y presentó un documento y las fotos, todas, son falsas. Como tienen que ser, porque la guerrilla es un fenómeno colombiano de 70 años”, prosiguió el líder chavista.

Duque  respondió durante una presentación en Miami: “A mí no me preocupan los insultos de la dictadura. Yo sé cuál es el método de la dictadura de Venezuela”.

Un año más tarde, en la 75 Asamblea General de la ONU, Duque acusó al régimen de Maduro de mantenerse en el poder gracias al narcotráfico. Además, lo señaló de albergar terroristas y de ser una amenaza constante para la democracia en la región y en todo el mundo.

Posteriormente, el mandatario colombiano instó a que la comunidad internacional reclamara “elecciones verdaderamente libres y no la orquesta prefabricada electoral a la que se quiere llevar al pueblo venezolano en este mes de diciembre (de 2020)”, haciendo énfasis en las violaciones de los derechos humanos documentadas por la misma ONU.


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