El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, concluyó este jueves su visita de casi una semana a China que se saldó con la firma de una «alianza estratégica contra viento y marea» con el presidente chino, Xi Jinping, que expresó apoyo a Caracas por «mantener su soberanía» y le regaló un teléfono de la marca Huawei.
Reuniones con jefe del Legislativo y primer ministro
Maduro mantuvo un encuentro con el máximo legislador del país, Zhao Leji, quien indicó que las relaciones entre China y Venezuela «han resistido la prueba de los cambios en el escenario internacional y se han mantenido firmes y estables».
El líder del Legislativo del país asiático se refirió a la elevación de las relaciones entre Pekín y Caracas a «asociación estratégica contra viento y marea» acordada este miércoles durante la reunión entre Maduro y Xi, y aseguró que «responde a las expectativas de los dos pueblos y demuestra la firme determinación de ambos países de construir un orden internacional más justo y equitativo».
Por su parte, el primer ministro chino, Li Qiang, aseguró a Maduro durante la reunión que sostuvieron este jueves que China «continuará apoyando firmemente a Venezuela a la hora de proteger su soberanía y dignidad» y «oponiéndose a que fuerzas externas interfieran en los asuntos internos del país suramericano bajo cualquier pretexto».
Maduro elogió ante Li «los logros chinos de renombre mundial al tomar el camino del desarrollo de acuerdo con sus condiciones nacionales» y aseguró que el desarrollo del país asiático «ha beneficiado tanto a su propio pueblo como al mundo».
Huawei y críticas a Estados Unidos
El mandatario venezolano destacó que China se ha convertido en una «superpotencia económica», pero que a diferencia de otras no es «imperialista ni colonialista». Asimismo, pronosticó que «el viejo mundo de imperios y colonialismo se irá a la Vía Láctea».
El presidente venezolano agradeció públicamente a Xi el regalo de un teléfono inteligente, “la última versión tecnológica” de la empresa china Huawei.
Maduro recibió el último modelo plegable de la marca de telefonía del gigante asiático y aseguró que lo utilizará para comunicarse «a partir de ahora» con Xi.
“Elegí Huawei porque es el teléfono más seguro, imposible de ser intervenido por quienes intervienen teléfonos allá en el norte”, dijo en referencia a Estados Unidos, que sancionó a la empresa estos últimos años por sus supuestos lazos con el Ejército chino.
Una visita «fructífera»
El líder bolivariano también aprovechó su visita, la quinta que realiza al país y que calificó de «fructífera» y «de gran significado histórico», para alabar el desarrollo económico, social y tecnológico de China, al que se refirió en varias ocasiones como país hermano.
Maduro visitó a su llegada la ciudad meridional de Shenzhen, donde abordó la implantación de zonas económicas especiales, algo que calificó de «fundamental» en el siglo XXI.
En la megalópolis, la primera zona económica especial constituida en China, Maduro indicó que «su país está “empezando a transitar el camino de la construcción de zonas económicas especiales como un camino para diversificar la economía y expandir las fuerzas productivas».
De Shenzhen se trasladó a Shanghái, donde se reunió con la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo del grupo BRICS, Dilma Rousseff, y subrayó que el bloque BRICS y la institución financiera tienen en Venezuela «un socio, un aliado, un amigo».
La provincia oriental de Shandong fue la siguiente parada del mandatario, que visitó la sagrada montaña Taishan y «dio pasos para un hermanamiento» entre esta región y los estados venezolanos Anzoátegui y Monagas, ambos en el este y ricos en petróleo.
La visita de Maduro a China se enmarca en el fortalecimiento de las relaciones entre ambos países, que se han estrechado en las últimas décadas, sobre todo desde el mandato del presidente Hugo Chávez (1999-2013).