Nicolás Maduro anunció este martes que a partir de octubre se comenzará a vacunar a niños y adolescentes para iniciar «seguros las clases presenciales» en Venezuela.
«Si se cumpliera el plan como viene cumpliéndose, a partir de octubre vamos a vacunar a la población infantil y juvenil en Venezuela, de 3 a 18 años», dijo Maduro.
De igual forma reiteró que los adultos mayores de 60 años de edad podrán vacunarse sin previa cita en los centros dispuestos para tal fin. Y las personas de 50 años de edad comenzarán a inocularse a partir del 5 de septiembre.
El 16 de este mes, Maduro había anunciado que «entre agosto y septiembre» 70% de la población venezolana estaría con la pauta completa, sin embargo, hasta junio el mismo Estado había informado que solo 11% de los ciudadanos estaban completamente vacunados.
Para entonces, Maduro aseveró que en octubre volverían las clases presenciales y con todas las medidas de bioseguridad. Siempre que se lograra la meta de vacunación masiva en Venezuela.
«Hay que completar todo el proceso de vacunación de todo el sector educación. Ya hay vacunas confirmadas en el mundo para inmunizar a niños de 3 años de edad en adelante», dijo.
«Estamos en la búsqueda para comprar vacunas para niños, niñas y jóvenes venezolanos. Van llegando las vacunas. Tenemos un cronograma que nos da mucho optimismo», precisó hace dos semanas, pero esas dosis aún no han llegado al país.
Cientos de ciudadanos que recibieron la primera dosis de la vacuna rusa Sputnik hace, en algunos casos, casi tres meses, siguen a la espera de completar la pauta con la segunda inyección, en medio de la incertidumbre generada por el silencio y la falta de información sobre la llegada del fármaco a Venezuela, agotado desde hace semanas.
El país sigue a la espera de más de seis millones de vacunas anticovid del mecanismo Covax, que coordina la Organización Mundial de la Salud (OMS), un anuncio hecho por el propio Maduro el 2 de agosto, cuando aseguró que la llegada al país sería «en los próximos días», pero está a punto de cumplirse un mes de una promesa que no se ha cumplido.