Nicolás Maduro denunció este jueves que presuntamente grupos «terroristas, armados, narcotraficantes de Colombia», a los que denominó «Tancol», se están infiltrando en el territorio para amenazar «la paz y seguridad» de Venezuela.
«Esos grupos Tancol han venido infiltrándose en territorio venezolano. Por eso alerto a toda la fuerza militar de Venezuela, a los jefes militares, a toda la inteligencia del país a declararle la guerra a los Tancol, ir por ellos y sacarlos del país», dijo Maduro en un acto por el 16 aniversario del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb).
Maduro señaló, sin mostrar alguna evidencia, que estos grupos pueden estar conformados por entre 20 y 100 personas. Estarían entrenados y financiados por Colombia. «Los meten en la frontera para diezmar la seguridad interna. También para atacar al pueblo, para traficar la cocaína colombiana y para prepararse para ataques con objetivos militares, policiales, políticos».
«Por eso es que hemos venido preparando un plan, para una vez identificados todos los Tancol, seguir en nuestro empeño en sacarlos del territorio nacional», indicó.
El 21 de septiembre, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, denunció que la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) violó el espacio aéreo del país a las 4:48 pm, con un dron, tipo Hermes.
«La precipitada aeronave fue detectada por los sistemas de exploración de nuestro Comando de Defensa Aeroespacial Integral, sobrevolando territorio del municipio Jesús María Semprúm, del estado Zulia», afirmó Padrino en un comunicado compartido en el Twitter de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Colombia también acusa a Venezuela
La FAC reconoció un día después que un dron suyo hizo un sobrevuelo en la frontera noreste, pero que en ningún caso se adentró en el espacio aéreo venezolano.
Posteriormente, el domingo, el gobierno de Colombia denunció que una aeronave venezolana no tripulada hizo el sábado una incursión no autorizada en su territorio en el departamento fronterizo de Arauca y rechazó «este nuevo hecho de violación de la soberanía nacional», pero Venezuela también desestimó esta denuncia.
Padrino López pidió a las autoridades colombianas seriedad y aseveró que «están quedando muy mal», con esta denuncia, a la que comparó con una película de ficción.
El gobierno de Maduro alegó que hay indicios de «estratagema del imperio norteamericano» y de Colombia, «para construir alguno de sus harto conocidos falsos positivos o cualquier tipo de incidente que les permita continuar generando inestabilidad y, de manera particular, torpedear el proceso de diálogo».