Diez paramilitares colombianos fallecieron durante los violentos enfrentamientos armados entre bandas delictivas y fuerzas de seguridad que han asolado Caracas, dijo este lunes Nicolás Maduro.
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Maduro indicó que al menos 20 «paramilitares colombianos» participaron en un entrenamiento de bandas criminales que perpetraron constantes balaceras, acentuadas desde el 7 de julio, dejando un número desconocido de civiles muertos por «balas perdidas».
«Por lo menos (había) 20 paramilitares colombianos, capturamos a tres, con sus armas, parece que se abatieron otros, que están en identificación, no sé si el número que me dieron es exacto, 10 abatidos, y hay otros huyendo y los estamos buscando», dijo Maduro durante un acto en el palacio presidencial de Miraflores.
Según Maduro, quien de forma recurrente acusa a los gobiernos de Estados Unidos y Colombia de encabezar supuestos planes para derrocarlo, los «paramilitares colombianos» llevaban meses entrenando «delincuentes y terroristas» que fueron neutralizados en una operación en la que participaron unos 2.500 agentes venezolanos.
«Tenían trincheras, tenían un lugar llamado el búnker, tenían una preparación logística típica de paramilitares para una guerra en Caracas», añadió, al asegurar que «entre 200 a 300 delincuentes» eran pagados con dinero del narcotráfico.
Autoridades venezolanas informaron el sábado que 22 «delincuentes» y cuatro agentes de seguridad fallecieron tras casi dos días de enfrentamientos. Maduro no precisó si los 10 «paramilitares» entren en esta cifra.
Los hechos dejaron además unos 28 heridos, 18 de estos por balas perdidas.
Tras la operación de toma de la Cota 905, una barriada empobrecida controlada por delincuentes, el régimen ofreció recompensas de hasta 500.000 dólares por información que permita capturar a los cabecillas, entre ellos Carlos Luis Revete, alias el Koki.
En el lugar donde operaban se encontraron «balas como para una guerra de un año», dijo Maduro, al señalar que parte de las armas encontradas pertenecían a «la Policía Nacional de Colombia» y el «Ejército de Colombia».
Maduro vincula a estas bandas criminales, que han afectado varias zonas de Caracas, con un presunto plan de la oposición venezolana con los gobiernos de Estados Unidos y Colombia para «desestabilizar» su gobierno.