Los padres venezolanos se han visto en la obligación de asumir los cargos vacíos que dejaron los maestros en las escuelas.
Las críticas condiciones en las que se encuentra la educación en el país han sido determinantes.
Muchos decidieron desempeñarse en otras actividades que les genere más ingresos económicos. Otros se sumaron a la lista de migrantes que buscan mejores oportunidades en el exterior.
La situación refleja cómo decayeron las instituciones educativas.
Un trabajo publicado por la Voz de América señala el caso de Gabriela Carmona, una madre que, sin un título universitario, se encarga de dar clases.
Carmona educa a niños en el sexto grado de una escuela ubicada en una zona pobre de Caracas.
“Los docentes se están yendo de Venezuela y las escuelas están quedando vacías. Nosotras como madres asumimos ese rol porque nos preocupan nuestros niños”, manifestó.
Nélida Riverol, otra madre que asumió el rol de maestra, comenzó a dar clases ocasionalmente, pero ahora cubre en su totalidad la vacante de maestra de primer grado.
«Vemos muchos padres que son profesionales, no docentes, pero que son ingenieros químicos que tienen preparación para dar química», dijo al medio Fausto Romeo, presidente de la Asociación de Institutos Privados.