Agradecer por su salud y la de sus familiares, pero también para pedir por los suyos y por Venezuela. Eran algunos de los motivos por los que miles de feligreses se congregaron desde la madrugada de este miércoles en la Basílica de Santa Teresa, en el centro de Caracas, para asistir a las misas en honor del Nazareno de San Pablo.
A diferencia de años anteriores, no había filas kilométricas de devotos al amanecer por los alrededores de la basílica.
A las 6:00 am comenzó la cuarta misa, de las once previstas para hoy. Un poco menos que otros años. La iglesia estaba llena. «A la derecha o la izquierda, por favor», pedía el personal logístico de la parroquia. Querían evitar que las personas se aglomeraran en un solo punto: en la puerta central de la basílica, que ofrecía la mejor visibilidad del Nazareno de San Pablo, aunque fuese con el zoom del celular.
Pasadas las 7:00 am comenzó a llegar más gente. Se formó una fila de entre 40 y 60 personas en la entrada principal para asistir a la quinta misa del día. La mayoría de los feligreses, niños y adultos, lucían túnicas o prendas moradas, mientras que otros caminaban descalzos, con coronas de espinas sobre la cabeza o cruces de madera en la espalda.
«Este año venimos a agradecer y a pedir también, por nosotros y por los que se han ido, por los migrantes, por los venezolanos que se fueron por que estén bien y que regresen pronto», dijo José Hernández.
Muchos habían llegado antes de las 7:00 am y les sorprendió que no hubiera tanta gente como otros años, cuando incluso feligreses pasaban la noche en los alrededores de la basílica para venerar al Nazareno de San Pablo.
«Hay poco gente este año. Nos sorprende porque llegamos temprano, a las 6:30 am, y nos quedamos un rato. Ni siquiera hay cola y ya son las 8:30 de mañana. No sé qué pasa», comentó Zara Hernández, quien asistió para agradecer por su salud y la de su familia, pero también para pedir por el bien país. «Agradezco por la unión familiar y por la salud, que es lo primero por lo que uno pide, y también para pedirle por la salud, la paz y el bienestar de todos los venezolanos», agregó.
También hay quienes pagaron alguna promesa al Nazareno de San Pablo y, desde entonces, veneran a la milagrosa imagen. Es el caso de Andrea González, de 32 años de edad, quien en su adolescencia le pidió al santo por su salud. «Tenía un problema estomacal y le pedía ayuda. Mi promesa fue no cortarme el cabello por un año y cuando me cumplió se le traje como ofrenda», contó la joven, quien ahora asiste todos los años junto con su mamá y su hijo.
Los feligreses no son los únicos que comentan la baja asistencia de este año a tempranas horas de la mañana, los comerciantes de la zona también lo ven así. «Hay menos personas, a pesar de que después de la pandemia hubo mucha afluencia. En esta oportunidad ha estado un poco floja. No sé si sea por la hora», dijo Dileida Leal, comerciante de la zona desde hace 18 años.
Sin embargo, hay otros que consideran que el flujo de feligreses se mantiene igual. «Lo veo igual que siempre», aseguró Migdalia Herrera, quien todos los años lleva una orquídea de su casa para ofrendar el Nazareno. «Este año vengo a agradecer más que todo por la salud y la paz».
Preparativos
Como es costumbre, entre el Domingo de Ramos y el Lunes Santo, la Basílica de Santa Teresa recibió los donativos de orquídeas para adornar la imagen del Nazareno de San Pablo.
En total, fueron más de 4.500 orquídeas, detalló Abraham Núñez, secretario parroquial de la Basílica de Santa Teresa. «Y todavía estamos recibiendo», afirmó.
Adornar la imagen del Nazareno, que fue trasladado durante la madrugada de este miércoles desde su capilla hasta el altar mayor por la Cofradía del Nazareno de San Pablo, comenzó el Lunes Santo y culminó la mañana del Martes Santo. «Toda la noche estuvimos trabajando hasta la mañana del martes para que (el Nazareno) amaneciera arreglado y la gente lo pudiera ver», explicó Núñez.
Se espera que la última misa en honor del Nazareno de San Pablo, que oficiará el cardenal Baltazar Porras, comience a las 5:00 pm en la plaza Diego Ibarra, donde se realiza desde la pandemia de covid-19.
Con respecto a la seguridad, Dorian González, coordinador de seguridad de la Basílica Santa Teresa, detalló que para las actividades de este miércoles cuentan con el apoyo de más de 800 efectivos de la Policía Nacional Bolivariana, 75 bomberos de Caracas y 52 funcionarios de Protección Civil.
«El montaje de la plaza Diego Ibarra comenzó ayer (martes). Una empresa privada junto con la Alcaldía de Libertador nos está prestando todo el apoyo», dijo González.
A las personas que tengan planeado asistir a la última misa y a la procesión del Nazareno, se les recomienda llevar hidratación debido a las altas temperaturas registradas en los últimos días en la ciudad. No está permitido asistir con velas encendidas.
A partir de las 4:15 pm se trasladará la figura del Nazareno de San Pablo a la plaza Diego Ibarra, donde el cardenal Baltazar Porras oficiará a partir de las 5:00 pm la última misa del día. A las 6:00 pm comenzará la procesión, que alcanzará la esquina de Angelitos, donde se encontrarán las imágenes del Nazareno de San Pablo y La Dolorosa de la Basílica de Santa Teresa con las del Nazareno y La Dolorosa de la Parroquia San Juan Bautista.