Una vez oficializado el 28 de julio como el día de las elecciones presidenciales en Venezuela, se abren escenarios y surgen interrogantes sobre el tipo de contienda que se celebrará en el país, ahora con un reloj que empezó a correr y que acelerará las acciones políticas.
Cuatro días después de que el Parlamento, controlado por el chavismo, entregara al Consejo Nacional Electoral (CNE) unas propuestas sobre cuándo se debían celebrar los comicios, la institución anunció la esperada fecha de las presidenciales, estableciendo lapsos que definirán quiénes competirán y cuántas garantías avalarán este proceso.
A continuación, algunas dudas y certezas sobre los meses venideros:
La fecha de elecciones
– Hasta el 28 de julio, quedan 144 días para organizar las misiones de observación electoral.
– Este lapso de tiempo, a juzgar por comicios anteriores, no será suficiente para que la Unión Europea (UE) envíe una misión técnica al país.
– Esto era uno de los puntos contemplados en el acuerdo firmado en octubre entre el gobierno y el principal bloque opositor.
– Las elecciones sí serán en el segundo semestre, respetando ese aspecto pactado en la negociación política.
– Sin embargo, los lapsos dejan poco margen para asuntos que la oposición considera claves, como la actualización del registro electoral en el exterior.
– Este punto es especialmente relevante, al considerar que casi ocho millones de venezolanos viven fuera de su país.
La inhabilitación
– La exdiputada María Corina Machado fue elegida como candidata presidencial por la mayoría opositora.
– Sin embargo, continúa inhabilitada para desempeñar cargos de elección popular.
– Por ahora, Machado no podrá inscribirse entre el 21 y el 25 de marzo, el período establecido por el CNE.
– Machado llamó a sus simpatizantes a mantener «serenidad y firmeza» y aseguró que el chavismo tiene miedo a medirse en las urnas.
– La abanderada no hizo comentarios sobre el futuro de su candidatura o sobre la posibilidad de escoger un nuevo candidato al que el CNE permita inscribirse.
– Nicolás Maduro dijo que el calendario planteado por el CNE es «palabra sagrada».
– El presidente auguró que el pueblo «conquistará una gran victoria» en las presidenciales, sin confirmar si participará en ellas.
– Pese a que no se ha hecho un anuncio oficial, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en el gobierno, da por hecho la participación de Maduro.
– De confirmarse la aspiración, Maduro, en el poder desde 2013, buscará un tercer sexenio al mando en lo que sería su segunda reelección.
Los candidatos
– Varios precandidatos reafirmaron su deseo de competir en este proceso.
– Entre ellos están los diputados Luis Eduardo Martínez y José Brito.
– Se espera que para julio exista una decena de candidatos que buscarán arrebatarle al chavismo el poder que ostenta desde 1999.
– Sin embargo, ninguno de estos aspirantes cuenta con suficiente apoyo popular para disputarle el poder al chavismo, según las encuestas.
– Precisamente los sondeos mostraban a Machado como la principal alternativa de los venezolanos para estos comicios.
La campaña para las elecciones
– El CNE determinó que la campaña durará 21 días: entre el 4 y el 25 de julio.
– Esto deja cuatro meses de una precampaña que, de facto, arrancó hace más de un año, y que seguirá sin regulaciones del árbitro electoral.
– Machado recorre el país en la búsqueda de votos, que si nada cambia no podrá recibir directamente.
– El chavismo muestra a diario propaganda en los medios del Estado a favor de Maduro, a quien promueve como un «conductor de victorias».
La negociación
– Aunque todo parece decidido, el gobierno y la oposición han reconocido que mantienen un canal de negociación activo.
– Esto deja una puerta abierta a cambios de última hora, que podrían incluir la aceptación de la candidatura de Machado o el cambio de fecha de los comicios.
– Existen precedentes. Ya ocurrió en 2018, cuando se modificó la fecha luego de un rápido convenio político.
– De cualquier modo, si se mantiene el calendario anunciado, el reloj corre deprisa para el principal bloque antichavista.
– La oposición deberá resolver en 20 días el estatus de su candidatura para inscribir a alguien que despierte la simpatía de sus bases o, como ha ocurrido en el pasado, optar por la abstención.