“En Venezuela se ha creado un sistema para socavar la libertad de expresión”, indicó el presidente editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero. Señaló que ante la falta de justicia en el país han acudido a las instancias internacionales para denunciar los atropellos en contra del medio de comunicación.
“Nos robaron el edificio, Diosdado Cabello y unos militares que mandó”, dijo.
Otero explicó a los participantes en el foro Confiscación de un diario, precedente nefasto para la libertad de expresión en América Latina, organizado por Ávila Monserrate / Compromiso Democrático, una asociación civil integrada por venezolanos residentes en Bogotá, y por el Centro de Memoria, Migración y Reconstrucción de Venezuela, que como el régimen de Nicolás Maduro no pudo comprarlo ni cerrarlo se ha empeñado en cercarlo de múltiples maneras, incluida la represión tributaria y administrativa.
“La expropiación es una nueva modalidad. Antes, por ejemplo, el caso de RCTV, se entregaba el bien al Estado. En el caso de la sede de El Nacional se entregó a un particular, a Cabello”, señaló.
Recordó que la demanda sobre la que se sustentan las acciones del régimen está fundamentada en un artículo publicado originalmente por el diario ABC de España, donde se señala que Estados Unidos abrió una investigación contra Cabello por narcotráfico, lo que al final resultó ser cierto luego que la DEA ofreciera recompensa por su captura.
“El Ejército tomó el edificio sin cumplir con ninguna normativa legal. Hubo un allanamiento. Aquí hay irregularidades suficientes para desestimar el proceso”, afirmó.
El Nacional lo tiene todo
La periodista chilena Mónica González señaló que, a pesar de los atropellos, El Nacional lo tiene todo: una tradición de 78 años, una historia que no podrán borrar y el cariño de los venezolanos. “El diario sigue porque hoy en día se tienen felizmente otras herramientas para informar a la población”, advirtió.
“Lo que le pasa a El Nacional es lo que sufre todo el buen periodismo venezolano”, subrayó.
Dijo que la situación era similar a la de Nicaragua y alertó sobre una involución en el continente. “Estamos en un momento de arremetidas por parte del narcotráfico, de las dictaduras y el terrorismo que afectan la libertad”, aseguró.
Destacó que la historia hay que defenderla haciendo buen periodismo. “La indiferencia solo la despertaremos con la verdad. No se puede ser indiferente ante el horror que vivimos en Latinoamérica”, puntualizó.
Ícono en América Latina
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez destacó la importancia de El Nacional en América Latina. Alertó sobre los ataques de modelos neofacistas, como los regímenes de Nicolás Maduro, en Venezuela, y Daniel Ortega, en Nicaragua, que se disfrazan con las banderas de la izquierda.
Dijo que en Nicaragua se hace periodismo de resistencia, como en muchos países del continente. “Lo que le pasa a El Nacional es reflejo de lo que está ocurriendo en todo el continente”, aseveró.
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Periodismo de resistencia
Para el director general de la Fundación Gabo, Jaime Abello, las historias que ocurren con los medios de comunicación en América Latina son tan estrambóticas que parecen irreales. “Quiero homenajear el espíritu de lucha y la resistencia de los trabajadores de El Nacional. Es de los primeros medios que sufrió los ataques del régimen, que es enemigo de la prensa que no está alineada a sus intereses”, dijo.
“Hay que hacer un llamado de alerta para estar en guardia y defender la libertad de expresión en la región. El caso de El Nacional se puede repetir en los países de América Latina”, señaló.
Tuvo palabras de aliento para los periodistas venezolanos que, desde la marginalidad forzada que es el Internet, hacen grandes esfuerzos para informar a la población. “Nuestro homenaje al periodismo de resistencia. No es la solución, pero merece nuestra admiración”, subrayó.