Luis Madrid, vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, planteó una serie de recomendaciones para los pacientes contagiados de covid-19 que pueden sufrir por pensamientos negativos que influyen negativamente en el proceso de superación de la enfermedad.
El psicoterapeuta, que se ha dedicado al estudio y al tratamiento de problemas afectivos y del ánimo, resaltó durante una entrevista con el periodista Román Lozinski, en Circuito Éxitos, manifestó que los pacientes viven una tormenta de emociones que surge de manera aleatoria y en forma de ráfagas, incluso en momentos de tranquilidad.
Señaló que cuando a una persona le informan que tiene covid-19 emergen cinco cosas inmediatamente.
«Primero la ansiedad ante la incertidumbre de qué va a pasar. Las personas comienzan a automonitorearse, se miden la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, pueden llegar a tener síntomas de pánico si las ideas catastroficantes se incrementan. ‘¿Y si termino en terapia intensiva? Y si me muero, ¿qué va a pasar conmigo?, ¿y si me ahogo?’. Ideas de muerte. Y la desesperación puede llevar progresivamente a un estado de desesperanza; hay gente que se muere psicológicamente. Resulta que eso es un error porque comienza un círculo de ansiedad anticipatoria», explicó.
El psicoterapeuta aseguró que esta situación puede complicar las condiciones físicas de los pacientes. Agregó que con frecuencia infectólogos, intensivistas e internistas que atienden a pacientes con coronavirus le hacen consultas porque no saben si las personas realmente presentan distrés respiratorio inducido por el virus o si lo que tiene es un ataque de pánico.
«El paciente puede inclusive bajar un poco la saturación porque hay un proceso de hiperventilación que hace que no entre la cantidad adecuada de oxígeno por el pánico y puede simular como si tuviera un cuadro de distrés respiratorio», indicó.
«La ambivalencia es otra de las alteraciones fundamentales que presenta el paciente cuando se le dice que tiene que guardar reposo en su casa o el confinamiento: ‘¿me informo o no me informo?, ¿leo o no leo? Es que si leo voy a ver cosas que no quiero ver o llegarán por las redes cosas que no quiero ver. ¿Quiero o no quiero tener contacto con mis familiares? Quiero, pero no puedo’. Toda esa ambivalencia genera más estrés», añadió.
Madrid expuso que otro aspecto es el estigma.
«La persona se autoestigmatiza, comienza a sentir que no debe comunicárselo a nadie. Precisamente, si tú lo hablas te quitas esa cargas de encima; escribes en el chat de tu vecindario, de tu edificio: ‘miren, señores, tengo esto, voy a estar aislado, no se preocupen, voy a guardar las medidas’. Te quitas ese rollo de que no puedes toser. La gente piensa que los demás la va a estigmatizar, los mismos familiares promueven eso. No, es lo contrario a lo que realmente se observa en la práctica diaria, la gente va a ser solidaria. Es el mismo paciente y la misma familia los que se auto estigmatizan».
Precisó que de cada 1.000 pacientes con coronavirus aproximadamente 50 presentan complicaciones. Por esta razón, sugirió a las personas ubicarse mentalmente en el lado favorable de la balanza, a menos que la ansiedad invada mucho más porque les dan un diagnóstico que señale gravedad y que deben ser hospitalizados.
Un elemento que mencionó el especialista fue la suspicacia. Dijo que hay quienes dudan de la información que le hacen saber los médicos encargados de los tratamientos.
«¿Me estarán diciendo la verdad?, ¿me estaré muriendo y no me querrán decir? ¿Estará pasando algo malo y no me están diciendo?’. Ese es un pensamiento muy catastroficante, muy frecuente, en las personas que están con covid. ‘¿Será que no me quieren decir realmente hacia dónde estoy evolucionando?», manifestó.
«Y lo otro es mencionar que hay un cambio de ritmo social, las personas no duermen igualmente, tiene que tratar de preservar el ritmo de dormir, de comer, meditación, ejercicios, desintoxicarse de la información falsa y negativa, que no es disociarse de la realidad», recomendó.
El vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría también señaló que si las personas no están durmiendo bien deben comunicarse con sus médicos porque, afirmó, hay medicamentos que pudieran estar influyendo, y más si hay un tratamiento psiquiátrico previo por ansiedad o pánico, depresión o trastorno bipolar.
«Si tienes un tratamiento psiquiátrico previo por ansiedad o pánico, depresión, un trastorno bipolar, es muy importante que le notifiques eso al médico, al personal que te trata, y que entiendan que eso es un problema grave porque si da un ataque de pánico en pleno confinamiento o de hospitalización eso va a ser todo un caos».
Estrés postraumático
Madrid aseguró que muchos pacientes que están desarrollando estrés postraumático después de superar la enfermedad. Comienzan a aparecer, indicó, a aparecer otros síntomas de ansiedad, sobre todo en aquellos que atravesaron por situaciones complejas.
«Que tuvieron un distrés respiratorio muy intenso, donde estuvo un tiempo ahogado o que vieron a otras personas morir, que estuvieron intubados y por alguna circunstancia se despertaron en la intubación y que estuvieron un rato con esa sensación tan desagradable, o personas que fueron atendidas con mucha desinformación», señaló.
El psiquiatra puntualizó asimismo que también hay síntomas de hipervigilancia e hiperreactividad. «Se alarman fácilmente o sienten tensión, insomnio, déficit de atención, evitan todos los estímulos que recuerden el evento traumático, esa información, esas imágenes, tienen flashbacks, gritan, tienen pesadillas, ataques de pánico, síntomas disociativos».