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Leopoldo López Gil: “El error que no debe cometer la oposición en este momento es no seguir unida”

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Leopoldo López Gil, diputado al Parlamento Europeo y padre del opositor Leopoldo López, rechazó que las condiciones para una elección presidencial democrática en Venezuela dependan de los acuerdos y de las negociaciones de Barbados, México y Qatar, aún cuando la Constitución establece todos los derechos y garantías.

En  entrevista con El Nacional, el europarlamentario por el Grupo del Partido Popular Europeo manifestó: «El verdadero contrato que tenemos los venezolanos no es el Acuerdo de Barbados, es la Constitución de Venezuela. Así que (hay que mandar) al carajo a los de Barbados, a los de México y a los de Qatar. Hemos perdido el norte».

López, de 79 años de edad, analizó diversos aspectos relacionados con el proceso electoral en Venezuela, así como la posición de la Unión Europea y la dinámica política dentro de la la oposición democrática. Reconoció asimismo los esfuerzos de María Corina Machado, Edmundo González Urrutia y otros miembros de la Plataforma Unitaria frente a la persecución y la represión del régimen de Nicolás Maduro.

Elvis Amoroso, presidente del Consejo Nacional Electoral, con miembros de la Unión Europea el 9 de abril de 2024. Una misión exploratoria para la elección presidencial llegó a Caracas el 7 de abril. Foto: Gabriela Oraá / AFP

La posición de Leopoldo López Gil

—¿Afectaría la credibilidad el que no haya habido una reunión entre la misión exploratoria de la Unión Europea con la oposición democrática venezolana?

—Primero voy a aclarar qué fue lo que mandó el Servicio Exterior, es decir, el alto representante Josep Borrell, a Venezuela. Es una misión exploratoria. ¿Qué quiere decir esto? Esta misión no tiene otro mandato que revisar cuáles son las condiciones o cómo se proveen las condiciones para el evento electoral de julio. Y si se dan condiciones, entonces poder enviar, autorizar o recomendar el envío de una misión de observación para que sea observado. La misión de observación es la que tiene consecuencias. La misión exploratoria no tiene más consecuencias que la recomendación al Servicio Exterior. ¿Qué ha pasado? La misión que enviaron, tal vez por instrucciones que incluso valdría la pena preguntar a la delegación europea en Caracas, no agendó reuniones con toda la representación de la oposición venezolana, pero muy particularmente con alguien icónico como María Corina Machado. Era evidente, y sigue siendo evidente, que ella es la exponente principal de la oposición democrática en Venezuela. ¿Y por qué no se reunieron con ella? Para mí es una incógnita y, entiendo yo hasta ahora, la justificación de estos señores que fueron es que se trató de una recomendación de la delegación permanente en Caracas. Eso es inaceptable.

—Pero, ¿cuáles fueron los argumentos?

—No conozco los argumentos, salvo los que han podido dar aquí. Hasta ahora no me han contestado. Puedo recordar que yo pregunté al señor Borrell: ¿cómo explicaba el hecho de que no se reunieron con María Corina Machado y si ellos consideraban que se daban las condiciones? Acuérdate de que la definición de una elección democrática es que sea justa. ¿Qué quiere decir justa? Que puedan participar todos aquellos que están calificados para participar. Aquí ya entramos en un tema que obviamente —la descalificación de alguien, como es el caso de María Corina Machado o de Corina Yoris— nos hacen dudar que haya una participación justa. Segundo, que sea transparente. Bueno, vamos a ver si será una elección transparente. Yo tengo mis dudas porque lo primero que tenemos que hacer es ver si nos dan acceso a los registros electorales y si han tenido tiempo de ver cómo impidieron a los venezolanos en el interior registrarse para poder votar. Si esto fue con los venezolanos en el exterior, ¿cómo fue para los venezolanos en Venezuela? ¿Están verificando esto? ¿Están verificando la veracidad y la actualización del Registro Electoral? ¿No han tenido tiempo? Estamos a dos meses y pico de las elecciones. ¿Cuánta gente se va a mandar a hacer la observación en Venezuela? ¿Estamos en capacidad de hacer una buena observación? Doy como ejemplo: estoy como jefe de misión a la misión electoral en Macedonia del Norte, ahí tenemos a 300 personas ya haciendo la observación, desplegada en toda la geografía del país. En Venezuela, ¿cuántos tenemos? ¿Van a tener posibilidad y seguridad de movilizarse? ¿Van a tener acceso a todos los puntos electorales y centros de votación? Todas estas son cuestiones y yo lamentablemente tengo mis dudas de que la observación europea tenga otra utilidad que no sea simplemente certificar que hubo un evento electoral.

Nicolás Maduro muestra la tarjeta electoral para la elección presidencial del 28 de julio, en la que aparece el candidato de la oposición democrática Edmundo González Urrutia. Foto: Prensa Miraflores

—Las condiciones electorales están sujetas ahora al Acuerdo de Barbados y, según dijo Estados Unidos, el régimen de Maduro cumplió parcialmente. 

—Lo primero que digo con tristeza es que se piense si se está cumpliendo o no un contrato o un acuerdo entre partes que no son, o al menos una, representación oficial. El Acuerdo de Barbados es una representación de alguien que decidió ser representante de la oposición, que nadie lo ha elegido ni escogido, no es nada democrática esa forma, y los representantes del gobierno, que tampoco tienen otra representación que la voluntad del señor Maduro. Ahora, ¿cómo es posible que esto prevalezca por encima de la obligación constitucional? El verdadero contrato que tenemos los venezolanos, que hay que exigir que se cumpla, no es el Acuerdo de Barbados, es la Constitución de Venezuela. Eso es lo que tenemos que estar reclamando, así que los (venezolanos tienen que mandar) al carajo a los de Barbados, a los de México y a los de Qatar. Hemos perdido el norte. Ahora resulta que tenemos que estar agradeciendo a contratos subyacentes y no a la Constitución, que tenemos que exigir cumplimiento.

—¿La presión internacional, en este punto, tendría resultados favorables?

—Espero que la presión internacional de los países democráticos, que cada vez son menos en el mundo, pero que sean honestamente democráticos, hagan cumplir con las obligaciones democráticas y no contratos firmados por conveniencia en un momento dado. Ah, ¿quieren sacar gas de la Boca de Dragón y tienen que llegar a un acuerdo con los Estados Unidos? Creo que es lastimoso que estemos cayendo en eso. He visto con satisfacción la entereza, la voluntad y la valentía de la oposición venezolana encabezada por María Corina Machado y ahora con Edmundo González; cómo se están comportando y exigiendo que se cumpla lo que se debe cumplir, que es nuestra Constitución y no unos acuerdos que tú y yo sabemos muy bien que tienen más motivación económica que democrática.

La oposición

—¿Qué opinión tiene sobre la estructura actual de la oposición democrática y su posible éxito en las elecciones presidenciales?

—Creo que en este momento estamos viendo una oposición excepcional y verdaderamente ejemplar. El aglutinarse alrededor de una figura como la de María Corina Machado y ahora, entre las dificultades, aceptar la figura de Edmundo González como la persona que consolide la conquista de la democracia, es algo que pocas veces se ha visto en el mundo. Ciertamente lo hemos visto con figuras como Nelson Mandela. Son figuras que en un momento dado consolidan el deseo de todos y no importa qué programa electoral tengan, qué figura tengan, qué atractivo, qué carisma tengan. Lo que importa es lo que representan y yo creo que en este momento lo que representa Edmundo González lo ha reconocido toda Venezuela y es verdaderamente admirable. Lo que me pregunto también es qué tipo de conciencia tiene el resto de los sinvergüenzas estos llamados ‘los candidatos alacranes’, que saben bien que no tendrán ni 2% ni 5% y salen a reunir algunas manifestaciones, si no es porque pagan a algunos o reciben algún dinero para movilizar a su gente no tienen a nadie. Porque no van a ser, como hemos dicho antes, ni conserjes del edificio. Entonces, ¿qué están haciendo ahí? ¿Impidiendo que exista una verdadera unidad? Hay que preguntárselo. ¿Qué futuro político tiene esa gente? Porque estoy seguro de que los vamos a detectar todos. Todo el que tenga algo de sentido común diría ‘estos bichos se aparecieron ahí para interrumpir la elección de nuestro candidato verdaderamente democrático’. Hay que execrarlos, hay que sacarlos, no los podemos respetar.

María Corina Machado reiteró que las elecciones presidenciales pondrán fin al socialismo en el país. Foto: Henry Chirinos / EFE

—¿Es factible que una misión de observación de la Unión Europea tenga un efecto positivo en Venezuela, a pesar de las preocupaciones planteadas previamente? La misión electoral para las regionales de 2021 hallaron graves deficiencias en el proceso.

—Es interesante que usted mencione el proceso del 2021 porque la misión exploratoria del 2021 no recomendó el envío de una misión observadora, por el contrario, recomendó no enviarla. Sin embargo, se llevó a cabo. ¿Qué pasó con eso? Una vez se terminó la misión, el gobierno venezolano nunca quiso aceptar el informe final. El informe final todavía se desconoce en Venezuela. Todos sabemos que el informe final dice que no había condiciones para llamar a esas elecciones verdaderamente democráticas, pero el venezolano no se enteró y quedó en el ideario nacional. Quedó la visión de que la misión había sido una especie de blanqueo para estas elecciones. Incluso, muchos dicen que qué bueno que fueron porque así se sabe dónde están los defectos del sistema. Mi forma de pensar es totalmente distinta. Mi forma de pensar es que si nosotros vamos con una misión y finalmente emitimos un informe, que no es aceptado, que no se entrega a nadie, lo que va a valer al régimen chavista y madurista es decir que tuvieron unas elecciones que incluso fueron observadas internacionalmente. Y ahí se acaba la historia.

—Precisamente, ¿de alguna manera no resultaría beneficioso la observación de una misión de la Unión Europea que constate todas esas fallas?

—Si yo estuviese exigiendo por el lado de la oposición venezolana algo de Europa, sería que emita una opinión sobre el Registro Electoral, sobre la posibilidad de los candidatos a participar… y cuando nos digan que sí se puede elegir (democráticamente en Venezuela), vamos a observar, mientras tanto, yo no estoy muy seguro de que vayamos a ir a una elección simplemente, como decía Rómulo Betancourt, con un pañuelo en las narices. Pero en este caso no iría con un pañuelo en las narices, porque tendríamos a Edmundo, a quien podríamos votar claramente, pero espero yo —si el resultado es el que sabemos que va a ser: 70% a favor de Edmundo y 30% a favor de Maduro— que respeten esos resultados. Si hay algún acuerdo que hay que firmar no es en Barbados, es en Caracas, donde se respeten y vigilen las elecciones. Y el que gane sea el presidente de Venezuela. El que gane, no el que ‘yo’ quiero que gane.

La propuesta de Petro

—¿Cuál es su perspectiva sobre la propuesta del presidente Gustavo Petro acerca de un plebiscito para asegurar una transición política?

—El plebiscito en Venezuela no existe como una figura constitucional.  Si leí bien lo que ellos proponían, me parece un poco estrambótico. ¿Hay que respetar al que pierda para que se pueda ir del país tranquilamente? No sé qué mensaje es ese, perdóname. Creo que la Constitución venezolana no castiga al que pierde las elecciones. El que pierde las elecciones se va a su casa o se va al exterior y nadie tiene el derecho a perseguirlo por nada. Esto me está recordando a las elecciones de 1952 con Marcos Pérez Jiménez; Jóvito Villalba perdió la elección y lo sacaron. ¿Es eso lo que están proponiendo Petro y Lula?

El candidato unitario Edmundo González Urrutia enfrentará a Nicolás Maduro en las elecciones del próximo 28 de julio. Foto: Ronald Peña / AFP

—El chavismo mantiene firmemente el poder y existiría cierto temor a la persecución en caso de que la oposición gane las presidenciales.

—Un temor relativo. Acuérdese de una cosa, y usted lo acaba de decir, son elecciones presidenciales. Al presidente electo le quedarán muchos meses todavía para la entrega del poder, en primer lugar. En segundo lugar, no hay cambio, el Tribunal Supremo de Justicia seguirá siendo el mismo; no habrá cambio en la Asamblea Nacional, porque no hay un llamado a nuevas autoridades legislativas. Por lo tanto, el cambio es relativo. Van a tener el control de las Fuerzas Armadas. Entonces, ¿cuál es el miedo?

—Será clave lo que pasará en caso de que la Unidad gane las elecciones y deba esperar casi cinco meses para asumir el poder.

—Y acabamos de vivir internacionalmente una experiencia muy parecida, muy triste, con el presidente Bernardo Arévalo de Guatemala, que ganó las elecciones y tuvo que esperar muchos meses, incluso horas antes de su juramentación, por una maquinación judicial que trataba de impedir su juramentación. Podemos encontrar situaciones similares.

—¿Qué error no puede cometer la oposición en estas semanas que restan?

—El único error que no debe cometer la Unidad en este momento es no seguir unida, es perder el norte de la tolerancia y la fuerza que significa el estar unidos. Se van a requerir muchísimas conversaciones, intercambios, donde deberá reinar por encima de todos el interés por la nación y no el interés particular. Aquí están llamados todos a ser verdaderos patriotas, que hasta ahora lo han demostrado, por cierto, y tenemos una entrega total al diálogo. El diálogo es la única forma que nos permitirá en unión dar esta lucha.

—¿El diálogo dentro de la oposición o con el gobierno? 

—Habrá que hacerlo con el gobierno, pero personas que estén realmente autorizadas, de lado y lado, que cuando se hable de alguien que esté representando algo, sea verdaderamente un representante, investido de esa capacidad.

—¿Cuáles serían las implicaciones para el país si el gobierno de Maduro, a través del TSJ y el CNE, inhabilita a Edmundo González o la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática?

—Le correspondería un papel decisivo a la Fuerza Armada para defender la Constitución y defender los principios, aunque sean muy débiles, de la democracia. Lamentablemente serían los llamados para imponer un poco de orden en ese desorden, si se diera el caso, que espero que no se dé.

El candidato presidencial José Brito ha sido señalado de recibir presuntos sobornos del régimen socialista con el objetivo de implosionar a la oposición democrática. Foto: Miguel Gutiérrez / EFE

—Ya el Partido Popular planteó sus inquietudes a Josep Borrell, ¿qué hará ahora ante la crisis democrática en Venezuela?

—Seguiremos vigilando y exigiendo que se cumplan las normas fundamentales de la democracia. Lo que dije antes: que se lleven a cabo unas elecciones democráticas, que tenemos muchas dudas, porque hemos visto en Europa cuán difícil ha sido la inscripción de los venezolanos en los distintos consulados. Como una cifra referencial simplemente: en el consulado de Madrid (el registro de venezolanos) no llegaba a 100 personas por día cuando en las colas había miles esperando para inscribirse.

—El exdiputado Eustoquio Contreras dijo a El Nacional que el régimen de Maduro podría suspender la presidencial si no reúne los votos. ¿Le parece posible?

—En el mundo de las posibilidades, claro que cabe. Basta con tirarle una piedra al Esequibo y crear una situación de excepción para suspender las elecciones, por poner un ejemplo. Pero yo supongo que la presión internacional terminará por aislar a un régimen que vuelva a intentar anular las posibilidades de unas elecciones con un candidato unitario, me parece que lo que nos corresponde internacionalmente es un aislamiento total de Venezuela.

—¿Ha reflexionado con su hijo Leopoldo sobre la situación política de los últimos meses en Venezuela?

—Leopoldo López sigue estando involucrado en la lucha democrática en Venezuela y habla mucho con los dirigentes que todavía están en el territorio, algunos incluso están en el territorio pero asilados en embajadas. La dirigencia democrática en Venezuela es bien conocida internacionalmente. Por supuesto que he hablado con mi hijo Leopoldo, no solamente por ser mi hijo, sino por ser el líder que es de un partido importante. A nosotros, a los que nos interesa la democracia en Venezuela y queremos la democracia para Venezuela, mantenemos un diálogo con todos, no tenemos ninguna preferencia. La recomendación es dar la pelea en la unidad, como se dio en el año 58. Si no hay unidad, no hay posibilidades de éxito. Por eso es que el castigo social debe ser para los sinvergüenzas que están tratando de promover candidaturas sin éxito, sin horizonte y simplemente ser justificantes para una posible derrota del candidato unitario.

—¿Tiene la emoción de votar en la presidencial?

—La emoción la tengo. La esperanza mucho. Prendo una velita a San Judas Tadeo todos los días. Ojalá que podamos volver a Venezuela.

@Luisdejesus_

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