Las rejas de la Federal Detention Center de Miami se empezaron a abrir el miércoles 21 de diciembre, hacia las 7:45 de la mañana para que saliera uno de los presos considerados «trofeo» para el FBI y para el departamento de Justicia de Estados Unidos.
Bajo la orden de perdón y clemencia total, un documento del Ejecutivo ordenaba la libertad inmediata del barranquillero Alex Naín Saab Morán, señalado de ser el testaferro de Nicolás Maduro y el artífice de una megaoperación de lavado de activos superior a los 350 millones de dólares.
Las dos cumbres clave
Algunos miembros del FBI y hasta de la CIA quedaron desconcertados de que, en menos 45 minutos, el hombre que habían perseguido durante casi una década se subió a un jet de gobierno y fue llevado hasta Caracas, en medio de un operativo de seguridad, hasta entregarlo al servicio secreto del Palacio de Miraflores.
Sin embargo, fuentes enteradas de toda la negociación, apostadas en Miami, le dijeron a EL TIEMPO que altos mandos del Departamento de Justicia de ese país estaban enterados de las negociaciones entre Washington y Caracas, que incluían a Saab.
«Su liberación hace parte de un acuerdo mucho más grande y ambicioso, que incluye desde la habilitación de los candidatos de la oposición para que participen en las elecciones presidenciales de 2024 en Venezuela, hasta la liberación de 14 de sus miembros», explicó la fuente enterada.
«Maduro concretó el arreglo en Qatar»
Y aseguró que la reunión en Qatar (en junio), a la que asistió Maduro; y otra en Barbados (el 7 de diciembre), fueron definitivas para que Saab esté hoy libre.
«Por eso, el acuerdo de libertad de Alex se llama ‘Acuerdo de Barbados’. Allí no estuvo Maduro, pero este ya había afinado el tema en Qatar que se quiere convertir en el nuevo ‘canciller’ del mundo. No olvide que desde allí se movieron hilos para la tregua entre Israel y Palestina», aseguró otra fuente enterada.
A la cita en Qatar asistió incluso Antony Blinken, secretario de estado del gobierno Biden. Allí Maduro se habría comprometido a garantizar la participación de la oposición en las presidenciales y volvió a condicionar el acuerdo a que Saab quedara en libertad.
«Desde que se instaló la mesa de diálogo con la oposición en México, que luego se intentó abrir a Colombia, la condición siempre fue la libertad de Alex. En esas conversaciones, otro de los funcionarios que ha estado activo es el señor Juan González (de origen colombiano), cabeza del Consejo Nacional de Seguridad para el hemisferio Occidental», explicó la fuente enterada.
¿Gratitud o bóvedas con oro?
A la cubre en Barbados asistió el presidente de la asamblea de Venezuela, Jorge Rodríguez, delegado de Maduro para las negociaciones y quien conoce parte de la historia. El otro es el canciller venezolano, Yván Gil Pinto.
Y por Estados Unidos, además de Blinken, estuvo al tanto Roger Carstens, de la Oficina de asuntos de rehenes de Estados Unidos.
«Según se dijo en la mesa, más allá de los nexos entre Saab y Maduro, Venezuela tenía una deuda de gratitud con Saab porque se arriesgó a violar los embargos de Estados Unidos y volar a Irán a intercambiar oro por alimentos y gasolina. Estábamos en plena pandemia y solo había combustible para dos días», explicó una fuente en Caracas.
La otra versión, sin embargo, es que Saab tiene aún varios secretos del régimen y las claves para abrir bóvedas con dólares y lingotes de oro, algunas de las cuales se abren con sistema biométrico: «Solo Saab puede acceder a esto».
Las fuentes coinciden en que Biden se la está jugando a fondo con este arreglo político. Y que puede ser su gran acierto o el fracaso de su administración, de cara a su carrera reeleccionista.
Por lo pronto, hay 14 liberados más, por el lado de Estados Unidos, y Saab, por el de Venezuela, que se unen a los sobrinos de Cilia Flores, condenados por narcotráfico en cortes federales y hoy al lado de la familia presidencial.
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