El colapso de uno de los techos de hormigón en la Universidad Central de Venezuela (UCV), patrimonio mundial de la humanidad, refleja el deterioro de los centros públicos educativos, afectados por la crisis económica y política que enfrenta el país desde hace años.
La infraestructura cedió el 17 de junio no solo por filtraciones y falta de mantenimiento, sino por el abandono, poco presupuesto e interés de un Estado que nunca ha solicitado fondos para el rescate de una de las obras arquitectónicas de Carlos Raúl Villanueva y que la Unesco incluyó en su lista de patrimonio en 2001. El campus alberga más de 100 obras de reconocidos artistas.
Cientos de voces han denunciado el estado actual de la UCV: rectores, decanos, estudiantes, políticos, todos y cada uno de los que hicieron vida en la universidad. Pero, ¿realmente la Unesco está obligada a mantener en pie la institución, solo porque es un patrimonio mundial, o es obligación del Estado solicitar apoyo al organismo internacional cuando se requiere?
«La UCV es más que un pasillo, más que un techo», dijo en una entrevista a El Nacional la rectora Cecilia García Arocha. Aseguró que la Unesco nunca ha contribuido para el mantenimiento del patrimonio mundial de la humanidad.
«La Unesco no ha dado los recursos, a pesar de que los hemos pedido durante años y no se ha logrado nada», indicó.
No es la UCV, es el Estado
Ante tal afirmación, El Nacional constató en la página web de la Unesco quiénes son los que pueden aplicar para la solicitud de financiación.
«Todos los Estados partes en la Convención del Patrimonio Mundial son elegibles en principio. Las personas, las fundaciones, las OIG y las ONG no son elegibles para presentar solicitudes de asistencia internacional en virtud del Fondo del Patrimonio Mundial», detalla el apartado de Asistencia Internacional del portal.
«Las solicitudes de asistencia internacional deben ser transmitidas por una comisión nacional del Estado parte para la Unesco o una delegación permanente ante la Unesco, o un departamento o ministerio gubernamental apropiado. Las personas que no representan a uno de estos organismos no tienen derecho a presentar solicitudes de asistencia internacional», agrega.
Asistencia Internacional
Una fuente cercana a la Unesco aclaró a El Nacional que efectivamente las únicas instituciones que el organismo internacional reconoce para asistencia financiera deben ser parte del Estado. Acá se estaría hablando del Ministerio de Cultura o del Instituto de Patrimonio Cultural de Venezuela.
Sin embargo, la fuente no confirmó si el Consejo de Preservación y Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela podía solicitar el financiamiento.
Para que las ayudas económicas sean efectivas los Estados partes deberán estar al día con el pago de sus contribuciones obligatorias o voluntarias al Fondo de Patrimonio Mundial. De lo contrario no son elegibles para asistencia internacional. La fuente tampoco confirmó si Venezuela estaba al día en sus pagos.
«El Estado parte (Venezuela) puede pedir ayuda a un fondo de emergencia que hay de la comisión del Centro del Patrimonio Mundial. Venezuela tiene derecho a pedir una asistencia, bien sea por terremotos, incendios, o inundaciones que haya sufrido el patrimonio», explicó la fuente.
Para esa asistencia el Estado parte es el que debe levantar un informe de la situación.
La fuente precisó que «en este caso el que debe hacer el estudio es el ente encargado del patrimonio reconocido por la Unesco. El que tiene la autoridad para esto es el Instituto de Patrimonio Cultural de Venezuela, adscrito al Ministerio de Cultura».
Hasta ahora el IPC no ha solicitado ninguna ayuda para la UCV. La fuente confirmó, sin embargo, que el Estado está haciendo un diagnóstico de la situación para saber cuáles son las deficiencias estructurales que presenta el patrimonio. Luego presentarán un informe a la Unesco.
La UCV, el patrimonio
«Ese informe aun no ha sido presentado. Por el momento no hay solicitud de asistencia, tampoco la Unesco ha otorgado financiamiento. No es la Unesco la que debe hacer el contacto con el Estado parte. Eso corresponde a las autoridades competentes de Venezuela mediante los canales oficiales: el Ministerio de Cultura a través del IPC», dijo la fuente consultada por El Nacional.
«Hay una cooperación real, pero antes se debe pasar por un proceso», dijo.
El Nacional comprobó que la Unesco desconoce el estado actual de la infraestructura de la UCV, y esto pasa porque el Estado nunca se ha preocupado por hacerles saber la realidad del campus. En los últimos años ha sufrido más de 100 ataques de vandalismos. «Por el momento no hay reportes de problemas del estado de la infraestructura de la UCV», indicó el informante.
Una vez se levante un informe por parte de las autoridades reconocidas por el organismo internacional, se realiza la solicitud de asistencia y un equipo de la Unesco constataría la información. Ambos llegarían a una cooperación conjunta siempre a favor del bienestar del patrimonio mundial, en este caso de la UCV.
La Unesco y el Estado
En un comunicado, el pasado 1 de julio, la Unesco informó que luego de una reunión entre Mechtild Rössler, directora del Centro del Patrimonio Mundial con el embajador y delegado permanente de Venezuela ante la Unesco, Héctor Constant Rosales, se tomarán acciones por parte del Estado parte para asegurar la conservación de la UCV luego de los daños sufridos.
En el encuentro el Estado confirmó asimismo que se están tomando las medidas necesarias y que un informe técnico detallado se encuentra en proceso de preparación para ser presentado a la Unesco.
«El organismo internacional expresó su voluntad de apoyar al Estado a través de los mecanismos y modalidades de asistencia y cooperación técnica existentes. Esto de conformidad con los procedimientos establecidos por la Convención del Patrimonio Mundial», reza la misiva.
La fuente consultada por El Nacional reiteró lo que el comunicado detalla, y que el Centro de Patrimonio Mundial «continuará con el enlace entre la Unesco y el Estado mediante los canales oficiales y las instituciones nacionales responsables del patrimonio mundial».