La Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada -Unefa- invalidó los títulos de Enfermería a un grupo de jóvenes que grabaron un video en el que aseguraron, entre otras cosas, que se copiaban en los exámenes y que ni siquiera sabían poner una inyección.
“¿Cómo olvidar el día que por este video la Unefa me anuló mi título de Enfermería y por eso no he podido ejercer mi carrera?”, se quejó Jonathan De Jesús, uno de los afectados por la decisión de las autoridades universitarias, en TikTok, donde publicó nuevamente el audiovisual para hacer la denuncia.
En el material aparecen más de 10 jóvenes, vistiendo la toga y el birrete el día de su graduación, que consecutivamente hacían comentarios relacionados con su preparación académica. También hicieron afirmaciones como no saber hacer el Proceso de Atención de Enfermería ni conocer los signos vitales.
Una decisión “injusta”
De Jesús, en la misma red social, calificó la medida de la Unefa como una injusticia en su contra y admitió que, pese a que la universidad les dio la opción de hacer una nivelación para que demostraran que están capacitados, él se negó porque, aseguró, se graduó con un promedio de 18 puntos.
“Por ese video nos implicaron como personas que manchamos el nombre de la universidad, cuando el video claramente tenía la etiqueta de humor. No obstante, decidieron aplicarnos una sanción, un castigo. No solamente teníamos que pedir disculpas, sino también realizar un curso de nivelación de un mes, cosa que a mí, el único de los 14 implicados, le pareció injusta y decidió no aceptar ese castigo”, dijo.
Y añadió: “¿Hasta cuándo nos quedaremos callados y no pelearemos por nuestros derechos? Porque aquí está lo que avala que yo cumplí con el pensum y las unidades de crédito; si fuera poco, tuve las mejores notas. Y tuve el privilegio de dar el discurso de graduación, que escucharon las autoridades de la Unefa”, añadió.
El video lo grabaron en noviembre del año pasado en la sede de la Unefa en Guatire.
De Jesús dijo que le pidieron que fuera al edificio principal de la universidad, en Chuao, donde supuestamente lo hicieron esperar ocho horas y recibió malos tratos.
“Me atendieron en el pasillo, donde me dijeron que no merecía ser enfermero, que el título estaba anulado porque yo tenía una actitud arrogante al no querer aceptar la sanción y el castigo. Es momento de hablar y de no callar”, manifestó.