El alto representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, reclamó una «solución pacífica» y llamó a evitar «acciones unilaterales» en el conflicto territorial entre Venezuela y Guyana, al tiempo que confió en que la reunión prevista para este jueves entre ambas partes rebaje la tensión.
«Por encima de todo, deben evitarse acciones unilaterales. Espero que la reunión de los presidentes (de ambos países) este jueves en San Vicente y Granadinas permita rebajar la tensión y evitar una vez más soluciones por la fuerza a problemas políticos», manifestó en el pleno del Parlamento Europeo.
El jefe de la diplomacia europea subrayó que la «escalada» de la disputa entre Venezuela y Guyana por el territorio del Esequibo -de unos 160.000 kilómetros cuadrados- puede «poner en riesgo la estabilidad de la región», y subrayó la importancia de una solución «pacífica y diplomática en conformidad con el derecho internacional y el marco multilateral».
El político español llamó así a privilegiar la «vía diplomática» dos días antes del encuentro auspiciado por el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que reunirá a Nicolás Maduro con el presidente guyanés, Irfaan Ali.
Sobre la situación interna en Venezuela, Borrell lamentó que los avances en el «proceso de democratización» se hayan «visto ensombrecidos» por acontecimientos «preocupantes» como la inhabilitación de la candidata opositora María Corina Machado o las «numerosas órdenes de arresto» de miembros «clave» de su formación política.
El alto representante de la UE señaló que el bloque «considerará cualquier solicitud formal» de Venezuela para enviar una misión de observación electoral «en función de la situación en el país, de las condiciones electorales y de la participación de la oposición» en los comicios. Están previstas elecciones presidenciales en 2024.
Las sanciones
También recordó que la UE prorrogó seis meses, y no un año, sus sanciones contra el gobierno de Maduro, así como que el club europeo está «dispuesto» a revisarlas «siempre que existan medidas objetivas que permitan avances en el proceso de democratización».
«La UE se mantiene firme y coherente en su apoyo a una solución democrática y pacífica que emane de los mismos venezolanos para poner fin a la compleja crisis que atraviesa el país y que permita el retorno de Venezuela a una senda democrática que exige la celebración de elecciones creíbles, inclusivas y transparentes», apuntó.
Tras la intervención de Borrell tomaron la palabra eurodiputados de partidos españoles como el del Partido Popular (conservador) Gabriel Mato, quien abogó por que la UE abandone las «buenas palabras» y deje de contemplar el fin o incluso la «limitación» de las sanciones mientras la «tiranía» de Maduro siga oprimiendo a su pueblo.
El socialista Ibán García del Blanco señaló con respecto al conflicto con Guyana que la UE debe «condenar cualquier acción unilateral y mucho menos armada», al tiempo que insistió en que «tiene que seguir siendo exigente» y «actuar como fuerza positiva» sin dar «una excusa» a Maduro para «no seguir avanzando en la democratización».
«Desviar la atención»
El eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas (liberal) acusó a Maduro de «tener miedo a una candidatura unitaria de la oposición» y de «instrumentalizar» la disputa territorial con Guyana para «señalar a la oposición democrática interna» y «desviar la atención».
«Maduro ha tirado de manual a sabiendas de que esta cuestión une a todo el espectro político», dijo el representante de ERC (independentistas catalanes) Jordi Solé, antes de que el eurodiputado de Izquierda Unida Manu Pineda se preguntara retóricamente «cuál es el problema de que se consulte al pueblo sobre un conflicto que dura más de cien años» o de inhabilitar a una «delincuente» que «hace llamamientos a intervenciones militares».
El eurodiputado de VOX (extrema derecha) Jorge Buxadé defendió que «es hora de condenar en los términos más duros las acciones de la dictadura» y las «amenazas» sobre el territorio de Esequibo, así como de «exigir la liberación incondicional de los presos políticos» y de llevar a Maduro y sus «secuaces» ante la Corte Penal Internacional.
La diputada de PNV (nacionalistas vascos) Izaskun Bilbao hizo un «llamamiento a la cordura y a seguir explorando el diálogo» para resolver tanto la crisis interna en Venezuela como el conflicto con Guyana.