El Análisis Político de esta semana trata de dar respuesta a tres preguntas que le surgen a la oposición partir de los más recientes hechos políticos:
- ¿Cuáles son las opciones planteadas por la oposición democrática frente al 6D?
- ¿Cómo llevarlas a la práctica?
- ¿Se hace necesario un cambio de rumbo en materia estratégica?
Para escuchar el podcast completo:
#ENPodcast Análisis político con Benigno Alarcón | @Politikaucab
Las alternativas de la oposición democrática
¿Cuáles son las alternativas que se debaten entre la sociedad civil y los partidos que apoyan a Juan Guaidó y han decidido no participar en una elección plagada de incertidumbres sobre sus reglas y condiciones, más no sobre sus resultados y consecuencias?
“La primera es la realización de una consulta nacional. ¿Cuál será su objetivo? ¿Cuándo y cómo se realizaría? Estos aspectos vitales para la decisión no están del todo definidos, pero urge hacerlo si se considera seriamente su implementación”, señaló Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios y Políticos de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello.
“En general se han considerado como puntos centrales de una posible consulta la determinación del rumbo de la dirección política después de la elección, la relegitimación del mandato de Guaidó como presidente interino y el desconocimiento y deslegitimación del evento electoral”, indicó.
“La segunda alternativa la constituyen una serie de iniciativas encaminadas a lograr la suspensión de la elección parlamentaria del próximo 6 de diciembre, hasta lograr un acuerdo sobre condiciones de integridad electoral que respeten los estándares internacionalmente reconocidos”, agregó.
Dijo que incluso se han escuchado planteamientos más ambiciosos que no consideran las dos opciones anteriores como excluyentes, sino complementarias, lo que se puede traducir en una tercera posibilidad.
La consulta
“Sin tener por ahora mediciones propias sobre el apoyo a una u otra opción, es importante recordar que una consulta nacional debería superar algunas barreras importantes para poder considerarla exitosa”, indicó Alarcón.
“Considerando que en acciones similares siempre es necesario hacer visible la movilización a favor de la causa que se busca promover, el liderazgo democrático tendría que considerar un modelo híbrido de consulta que permita combinar la participación presencial, con la consulta virtual”, manifestó.
Alarcón destacó que toda movilización deberá tomar en cuenta las medidas necesarias para que la gente se sienta y esté protegida, tanto en lo sanitario como frente a los riesgos de la represión del régimen.
“Un aspecto que podría considerarse como positivo de la consulta virtual, es que permitiría la participación tanto de los venezolanos que estén en el exterior, y también de aquellos que por alguna razón no puedan hacer presencia en las mesas habilitadas para la consulta”, afirmó.
Subrayó que un reto adicional es el diseño del algún mecanismo que permita certificar los resultados del proceso hacia adentro y fuera del país, a los fines de generar una base sobre la cual fundamentar política y jurídicamente cualquier decisión derivada de la consulta.
“A estas alturas, desconocemos sí el diseño e implementación de tales condiciones para garantizar el éxito de una consulta en estos términos es posible en lo que queda de año, pero ciertamente ello no luce como un reto de fácil concreción”, señaló.
Suspender las elecciones
“¿Es posible suspender las elecciones hasta que se logre un acuerdo sobre condiciones de integridad electoral que respeten los estándares internacionalmente reconocidos?”, preguntó Alarcón.
“Técnicamente esto parece menos complicado. La gran traba consiste en la firme determinación del régimen, y del sector militar, de sacar adelante la elección del 6 de diciembre como medio para cerrar el muy costoso capítulo de la oposición liderada por Guaidó y acompañada por la comunidad internacional”, indicó.
Revisar la estrategia de la oposición
Alarcón advirtió que desde varios sectores de la sociedad se ha planteado la necesidad de un cambio de timón. “El necesario cambio de estrategia debe pasar por recuperar la vía electoral como campo de lucha, reconociendo su innegable utilidad en buena parte de los procesos de transición democrática, así como la imposibilidad de que una lucha electoral por la democracia se plantee en términos democráticos”, dijo.
“La revisión de la estrategia debe considerar la evaluación, en términos realistas, de los procesos de negociación, incluyendo tanto lo aspectos relacionados con el qué se negocia, con quién se negocia, y bajo qué condiciones se lleva a cabo el proceso”, agregó.
“De la misma forma, deber reconsiderase de manera realista el peso que se le ha atribuido a las sanciones como mecanismo de presión ya que, como sabemos, aunque son importantes, no pueden sustituir a la presión social interna, como lo demuestra la realidad política de muchos países con una larga tradición de sanciones que, sin embargo, constituyen regímenes de larga data, como ha sido en el caso de Corea del Norte, Irán o Cuba, que están dispuestos a transferir los costos de las sanciones a su propia población con tal de mantenerse en el poder”, recalcó.
“Finalmente, las transformaciones necesarias en la oposición incluyen la recuperación de la confianza y la reconexión con la gente, la reconstrucción de un discurso que genere un acercamiento con las bases de una mayoría de la población que apuesta a un cambio que les permita vivir en un país en el que la libertad, el bienestar y las oportunidades de progreso sean las condiciones mínimas de una vida normal a las que todo ciudadano tiene derecho”, concluyó.
Alianza
Este podcast ha sido posible gracias a una alianza entre El Nacional y El Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello.
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