En medio de un panorama que se vislumbra incierto, el chavismo sigue sin mostrar las actas para certificar la victoria de Nicolás Maduro —ratificada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), de mayoría oficialista, con 52% de los votos— sobre el opositor Edmundo González en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, pese a la creciente presión internacional.
Lo que sí ha dejado ver, en cambio, es la represión en las protestas, la cual ha dejado, al cierre de esta edición, al menos 22 muertos y “2.000 detenidos”, según el mismo Maduro, durante las protestas ciudadanas que defienden la victoria de González.
El gobierno no habla de fallecidos en protestas, solo han informado de la muerte de un efectivo de la Fuerza Armada. Los más de 20 muertos fueron reportados por la iniciativa periodística y ciudadana Monitor de Víctimas.
La persecución en el país ha dado un giro calificado de aterrador, especialmente en las zonas pobres que en un pasado fueron chavistas.
“Vine escondida a la marcha, soy del 23 de Enero (barrio de Caracas) y allá los colectivos armados nos tienen bajo amenaza. Pasan con sus armas y amenazan con disparar o llevar preso a cualquiera que proteste”, le dijo a El Tiempo una persona que asistió el sábado a las protestas encabezadas por la opositora María Corina Machado, quien reapareció en público luego de afirmar que estaba en la clandestinidad porque teme por su vida y su libertad.
Según Maduro, las cárceles de Tocorón —de donde se escapó el «Niño» Guerrero, líder del Tren de Aragua— serán los recintos de reclusión para los detenidos. Las mujeres han sido enviadas al Instituto Nacional de Orientación Femenina. El mandatario dijo también el sábado que “los patrullajes militares y policiales” seguirán “en toda Venezuela para proteger al pueblo”.
El Foro Penal de Venezuela, ONG que documenta arrestos arbitrarios, solo ha podido verificar 988 arrestos, entre los que está el del abogado Kennedy Tejeda, abogado miembro de la organización.
A través de las redes, la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), cuerpo que ha sido señalado en los informes de la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad, ha difundido videos con canciones de terror anunciado la persecución de la disidencia.
Esto, además, se apoya en que las bases del chavismo —a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), Bases de Misiones, Unidad de Batalla Bolívar-Chávez y Consejos Comunales— se están encargando de delatar o denunciar a los vecinos que protesten.
Hasta ahora todo ha quedado registrado. Al menos en redes, pues los periodistas también están siendo blanco de ataques y amenazas. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (Sntp) contabilizó 15 comunicadores de varias nacionalidades expulsados de Venezuela. Algunos fueron buscados en sus hoteles y trasladados al aeropuerto o la frontera con Colombia.
“Aunque no descartamos subregistros porque no todos los medios internacionales informan”, dijo a este diario Marco Ruiz, secretario general del SNTP.
Dentro de Venezuela hay cinco comunicadores presos. En el estado Trujillo, Paul León, tesista de Comunicación Social y camarógrafo de VPItv; en Barinas, Yousner Alvarado, reportero gráfico de Noticia Digital. En Miranda, Deisy Peña, fotógrafa de la Alcaldía del municipio Carrizal.
En Caracas y por segunda vez, Roland Carreño, periodista y dirigente político del partido Voluntad Popular. En el estado Guárico, José Gregorio Camero, periodista y dirigente político.
Otros periodistas han sido agredidos o les han robado sus equipos.
En el estado Anzoátegui fueron detenidos y liberados la periodista Erika Rincón y el camarógrafo Miguel Pachano.
Lo mismo ocurrió en el estado Guárico. El periodista independiente Joaquín de Ponte fue detenido y liberado.
Pero también los ciudadanos están siendo arrestados por publicar información. La ONG Fundehullan alertó el 3 de agosto, que funcionarios de seguridad detuvieron en Barinas al ciudadano José Luis López, quien publicó un video sobre la oposición y lo envió a un grupo a través de la mensajería WhatsApp.
Al intentar salir por el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, el defensor de derechos humanos Yendri Velázquez fue detenido y liberado tras más de seis horas de incomunicación, además su pasaporte fue anulado.
Sigue la presión internacional: ¿qué respondió Maduro?
El papa Francisco expresó ayer su preocupación por la situación en Venezuela, en momentos en los que Estados Unidos y varios países de América Latina y la Unión Europea piden que se publiquen las actas de los comicios.
“Hago un sentido llamamiento a todas las partes para que busquen la verdad, actúen con moderación, eviten cualquier tipo de violencia, resuelvan las controversias mediante el diálogo y tengan en el corazón el verdadero bien de la población y no los intereses partidistas”, dijo Francisco frente a una multitud tras la oración del ángelus en la plaza San Pedro, en el Vaticano.
Por su parte, la Unión Europea señaló ayer que el triunfo electoral de Maduro “no puede ser reconocido”. Esto “a falta de pruebas que lo respalden”, indicó el Consejo de la Unión Europea, que pidió una “verificación independiente”.
Maduro, en respuesta, dijo este domingo que la Unión Europea (UE) y al alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, son una «vergüenza».
«La Unión Europea saca su cantaleta, la misma Unión Europea que reconoció a (Juan) Guaidó, una vergüenza la Unión Europea, el señor Borrell es una vergüenza, es una vergüenza que llevó a Ucrania a una guerra y ahora se lava las manos», expresó el mandatario en un acto con la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada).
Maduro criticó que la UE pidiera a las autoridades venezolanas respeto para las manifestaciones generadas desde el lunes en rechazo a los resultados oficiales publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que proclamó como ganador al mandatario.
«Ahora dice que en Venezuela hay represión a manifestaciones pacíficas, dice el señor Borrell ¿Pacíficas? ¿Cuándo agreden a la población, hospitales, CDI (Centros de Diagnóstico Integral), escuelas, unidades autobuseras, estaciones del metro?», cuestionó.
Cientos quieren salir por el aeropuerto y las aerolíneas aprovechan la crisis
El aeropuerto Simón Bolívar está lleno de viajeros. Tanto de venezolanos que llegaron al país para votar el 28 de julio como de ciudadanos que quieren salir. Ante esto y la suspensión de la conexión aérea entre Caracas, Panamá y República Dominicana, la opción es Colombia, pero los precios se elevaron y las fechas están llenas.
Por ejemplo, un pasaje para agosto por la línea Wingo tiene un valor de 718,21 dólares ida y vuelta, con el destino Caracas – Bogotá. En el buscador se indica que más de 20 personas están buscando el mismo pasaje.
Esta misma ruta Wingo tenía un valor de 180 dólares en los meses pasados. Avior tiene los pasajes Caracas -Bogotá agotados hasta el 23 de agosto y por un valor de 460 dólares ida y vuelta.
En el caso de Satena, un vuelo desde Valencia a Bogotá, el monto ida y vuelta está en alrededor de 500 dólares.
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