Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, estuvo de visita en Madrid el sábado pasado. La ausencia del mandatario español Pedro Sánchez en el evento dio inicio a una serie de teorías sobre un posible cambio de posición en la política de España sobre Venezuela.
Si bien el Ministerio de Exteriores de España aseguró que la posición del Ejecutivo español no ha cambiado, el gesto de Sánchez deja en evidencia la nueva estrategia de su gobierno.
Sánchez pasó de impulsar en la Unión Europea el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino hace un año, y de dar un ultimátum a Maduro para que convocara elecciones transparentes, a distanciarse paulatinamente de los temas relacionados con Venezuela.
Este cambio en su estrategia podría estar relacionado con el surgimiento de un gobierno de coalición en España que le dio la bienvenida al partido Podemos. Esta organización política comparte ideales con el chavismo.
Tanto Pablo Iglesias como Alberto Garzón, líderes de Podemos, han mantenido una actitud crítica hacia el líder de la oposición venezolana. Por lo que es de esperar que Sánchez no quiera arriesgar la nueva alianza de su gobierno.
La estrategia de España
Fuentes del entorno de Sánchez aseguraron el pasado fin de semana que el presidente trata de salvaguardar lo más posible el papel de España como país que ayuda a todo el mundo, reseñó el diario español El País.
Otras fuentes del Ministerio de Exteriores consultadas por El País dijeron que el papel de España siempre ha sido facilitar el diálogo entre el régimen de Nicolás Maduro y Juan Guaidó. Recibir al presidente interino de Venezuela habría dado a entender que el gobierno español tomaba partido.
Las declaraciones de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, confirmarían esta teoría. Aunque aclaró que la posición de España no ha cambiado, sí manifestó que es necesario ser más discretos para propiciar un acercamiento. Además, abogó por encontrar una solución para que en Venezuela se celebren elecciones limpias y democráticas.
El chavismo tampoco confía en Sánchez
Si bien la actitud de Sánchez genera en la oposición venezolana cierta desconfianza, el chavismo tampoco se fía del presidente del gobierno español.
La relación del chavismo con España se hizo tensa durante el último año. Primero, con el reconocimiento de Guaidó. Más tarde, cuando Leopoldo López fue liberado de su arresto domiciliario, y luego, tras frustrarse una ofensiva con el apoyo de un grupo de militares, se resguardó en calidad de huésped la Embajada de España en Caracas.
Sin embargo, siempre se ha mantenido una relación constante entre el régimen y el gobierno español. El ex ministro Josep Borrell se reunió al menos en un par de ocasiones con el canciller oficialista Jorge Arreaza, quien además mantuvo un encuentro con Juan Pablo de Laiglesia, secretario de Estado para Iberoamérica.
En el caso de la oposición, aunque decidió no criticar a Sánchez por no recibir a Guaidó, sí mantiene cierto recelo. Lo acusan de «tibio» y de querer navegar entre dos aguas.