Hace un año Venezuela despertó entre la incertidumbre y la esperanza de lograr el cese de la usurpación de Nicolás Maduro, como prometió el presidente interino Juan Guaidó.
Desde las 5:00 am circularon videos y fotos en redes sociales de lo que se denominaría «la fase final» de la Operación Libertad.
Rodeado de militares, Guaidó, en compañía de Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, llamó a los ciudadanos a las calles «para apoyar a las fuerzas democráticas y recuperar la libertad».
El sitio de encuentro en Caracas era la Base Área Generalísimo Francisco de Miranda, conocida como La Carlota. Allí se encontraban «en un madrugonazo» los líderes del movimiento, quienes bloquearon parte de la autopista Francisco Fajardo a la altura del Distribuidor Altamira.
Hora y media después, Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación e Información del régimen, anunciaba que estaban «desactivando el golpe». Mientras tanto, el chavismo llamaba a sus simpatizantes a concentrarse en el Palacio de Miraflores, bloqueado y militarizado, en defensa de la revolución.
Por su parte, el ministro de Defensa del régimen, Vladimir Padrino López, rechazaba ese «movimiento golpista» que pretendía «llenar de sangre al país», al tiempo que afirmaba que «estaban preparados para usar las armas» si fuera necesario.
Enfrentamiento
Calles solitarias y militarizadas se veían esa mañana en el oeste de la capital. Aunque en el este el escenario era similar, se evidenciaba más la inquietud en un grupo de ciudadanos que comenzaba a llegar al lugar de los acontecimientos.
Allí, militares a las órdenes del régimen enfrentaron a los insubordinados, que vestían el uniforme con un pañuelo azul en el brazo izquierdo. Después de alrededor de dos horas de sortear las bombas lacrimógenas, Guaidó y sus seguidores abandonaron la base aérea para concentrase en la plaza Francia de Altamira.
Fueron recibidos entre ovaciones y consignas de apoyo de los ciudadanos. Desde allí se preparaban para marchar hacia el oeste de Caracas.
Aunque la marcha partió alrededor de las 11:00 am, no logró pasar de Chacao. Fue reprimida por la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana por varias horas.
Las detonaciones de las bombas lacrimógenas no dejaban de escucharse mientras el humo impregnaba el ambiente.
Alrededor de la 1:30 pm, colectivos del régimen dispararon a los manifestantes que se encontraban en Chacao a la altura de la calle Élice. Funcionarios de la Policía de Miranda se enfrentaron con los hombres armados, quienes se refugiaron en el Ministerio de Transporte.
El enfrentamiento se extendió por al menos 45 minutos hasta que los uniformados recibieron órdenes de abandonar el lugar.
Luego de eso los ciudadanos que aún estaban en los alrededores se comenzaron a dispersar. Aunque un foco de jóvenes de la resistencia se mantuvo por más tiempo en el lugar.
Salud Chacao registró más de 70 heridos por la represión ese día.
Un nuevo llamado
La jornada terminó con los militares sublevados asilados en la Embajada de Brasil. En tanto, Leopoldo López se refugió junto con su familia en la Embajada de España.
El presidente interino, por su parte, llamaba a una nueva jornada de protestas para el 1 de mayo. Aunque gremios, sindicatos y dirigentes estudiantes acudieron a la jornada, la convocatoria no tuvo la asistencia masiva esperada.
Al igual que el día anterior, la manifestación culminó tras la represión de militares y colectivos del régimen.
¿Qué falló en la Operación Libertad?
En una entrevista publicada por The Washington Post el 4 de mayo, Guaidó admitió que la oposición calculó mal el apoyo que esperaba recibir para la Operación Libertad.
«Todavía necesitamos más soldados y más oficiales que estén dispuestos a apoyarnos y a respaldar la Constitución», indicó.
Pese a no lograr el objetivo, afirmó que la Operación Libertad continuaría con la presión internacional, la movilización social y los llamados de apoyo a la FANB.
«Estamos confrontando una barrera que es una dictadura absoluta. Ya hemos reconocido nuestros errores, lo que no hicimos y lo que hicimos en exceso», dijo en esa oportunidad.
Desde ese día no se ha registrado otro intento de apoyo militar para desplazar a Maduro del poder. Sin embargo, poco a poco el presidente interino ha crecido en respaldo internacional y su poder de convocatoria a movilizaciones.
La última marcha con asistencia masiva se realizó el 10 de marzo, cuando decenas de ciudadanos intentaron llegar al Palacio Federal Legislativo, tomado por la GNB desde el 5 de enero.
Ese día se iba a dar inicio a nuevas jornadas de manifestaciones de calle, pero estas se vieron frenadas por la llegada del covid-19 al país.
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