Entre lágrimas contenidas, Yajaira González De Canales Plaza denuncia el aislamiento inhumano de su hermano y cómo la separación ha destrozado a su madre. A Alejandro González de Canales Plaza lo detuvieron funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) el pasado 9 de febrero y, desde entonces, es poco lo que se ha sabido de él más allá de que se encuentra recluido en un anexo de máxima seguridad en la cárcel de El Rodeo.
Levanta la voz en medio del dolor que consume a su familia. Su madre, que padece problemas de salud por su avanzada edad, siente que ha perdido a su hijo en vida. Pero, con valentía, Yajaira González De Canales Plaza se convierte en la portavoz de un hogar fracturado por la injusticia.
La familia de Alejandro González vive una agonía
La familia de Alejandro González de Canales Plaza vive una agonía que se extiende más allá de las rejas de El Rodeo I, donde está detenido en condiciones de aislamiento extremo. Su madre, devastada por el dolor, enfrenta el silencio de una separación que siente irreversible; su padre, a pesar de su avanzada edad, lucha por ser el único vínculo entre Alejandro y el mundo exterior.
Esta es su historia, contada por Yajaira González De Canales Plaza, hermana del detenido.
—¿Cómo describirías a tu hermano?
—Mi hermano es una persona muy noble, justa y recta. Siempre ha sido un referente en nuestra familia, alguien con una personalidad definida y con ideales muy claros. Es un hombre responsable, un gran padre y un amigo inigualable. Para mí, Alejandro es lo máximo.
— ¿Cómo está enfrentando esta situación tu papá?
— Mi papá tiene 83 años y, aunque su salud no es fuerte, hace todo lo posible por mantenerse firme. Va a la cárcel del Rodeo una vez por semana, los sábados, porque es lo único que permiten, y solo puede ver a Alejandro durante 20 minutos. Es muy difícil para él, sobre todo después de la angustia que vivió cuando en la Dgcim no le permitían ver a mi hermano por días. Imagínate lo que significa para un padre mayor enfrentar la inseguridad en Venezuela y, además, ver a su hijo en condiciones tan inhumanas.
Yo le digo: «Papá, tienes que ser fuerte, porque eres el único contacto que Alejandro tiene con el exterior». Mi papá hace su mejor esfuerzo, porque sabe lo importante que es para mi hermano y para nosotros.
El padre que solo escribe cartas a sus hijas
—¿Cómo se comunica Alejandro con sus hijas?
—Mi papá puede llevarle cartas, pero hay muchas restricciones. Solo se permite una hoja, y esas pequeñas cartas son revisadas antes de ser entregadas. La prioridad siempre la tienen sus hijas. A veces también le mandamos fotos, pero todo pasa por el análisis de los custodios. Es un proceso muy limitado y doloroso, porque Alejandro no tiene otra forma de comunicarse con su familia, no le permiten llamadas.
La rutina inhumana de un preso político en Venezuela
—¿Qué sabes sobre la rutina de Alejandro? ¿Le permiten realizar actividades físicas?
—Alejandro está en una celda solo, aislado, y las celdas están dispuestas en diagonal de forma que ni siquiera pueden verse entre ellos. Cuando quieren comunicarse, se gritan. Al principio, a Alejandro le permitían salir en solitario a realizar algunas actividades físicas al patio, pero ahora parece que le dejan salir en compañía de otros presos, aunque esto depende del custodio que esté de turno. No sabemos con exactitud cuántas veces a la semana lo dejan salir al patio a recibir sol y ejercitarse, porque él no nos ha contado todos los detalles. Algunos custodios son más permisivos, otros son estrictos y limitan mucho su tiempo fuera de la celda.
—¿Por qué tu padre decidió quedarse en Venezuela, a pesar de la situación tan difícil?
—Mi padre es español. Mis abuelos emigraron a Venezuela, pero mi padre siempre se sintió enamorado de ese país. Me decía: yo amo Venezuela, yo creo todavía en este país. Incluso cuando la situación empezó a complicarse, le decía: «papá, ¿por qué no te vienes?». Pero él siempre me respondía: no tengo nada que hacer en España. Mi país es Venezuela. Ahora, a pesar de todo lo que está viviendo con mi hermano, sigue firme en su decisión. Me dice que solo irá a España para visitarme, pero que no dejará Venezuela
— ¿Cómo está enfrentando la familia esta situación?
—Es muy doloroso. Las hijas de mi hermano están viviendo en diferentes países: una en España, otra en Viena y otra en Estados Unidos. Ni siquiera han podido pasar este duelo juntas. Es como una montaña rusa emocional; a veces están fuertes y otras veces se derrumban. Mi hermano siempre fue un gran padre, y es muy difícil para ellas estar separadas de él, no escuchar su voz. Estaban en permanente comunicación. Una de mis sobrinas tiene mellizos, los nietos de Alejandro. Es muy triste pensar que mi hermano no está viendo a sus nietos crecer, aprender a hablar o caminar. Esos momentos son irrepetibles, y él se los está perdiendo.
El dolor de una madre: He perdido a mi hijo en vida
—¿Cómo está tu mamá en medio de todo esto?
—Mi mamá está devastada. Ella lleva esto en silencio, y en estos diez meses nunca la he visto llorar. Eso me angustia mucho, porque todo se lo guarda y lo carga sola. Mi mamá perdió a un hijo en un accidente, una explosión de gas en ,a empresa que trabaja y era accionista. aunque fue hace años ese dolor sigue vivo , y ahora siente que ha perdido a Alejandro en vida.
Me dice: ya perdí un hijo y el otro lo he perdido en vida. Me voy a morir y no lo voy a ver. Esto es muy doloroso. Mi mamá está perdiendo la memoria; a veces me confunde con mi hermana menor y llama a Kelly pensando que soy yo. Toda esta situación la está afectando profundamente y empeorando su estado. Ella tiene muy claro que no lo volverá haber ojalá se haga el milagro y se haga justicia par ver a mi hermano en libertad.