El miércoles 25 de enero el diario El Nacional sufrió una nueva arremetida por parte del régimen de Nicolás Maduro. El periodista y jefe de redacción del medio, José Gregorio Meza, fue escoltado por una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) hasta el Ministerio Público para ser interrogado. Otros cuatro periodistas, incluyendo al presidente editor del medio Miguel Herique Otero, actualmente exiliado en España, también fueron citados por la Fiscalía.
Este asedio contra los periodistas de El Nacional se debe a una serie de trabajos de investigación publicados durante el mes de enero en la página web del diario, en los que se menciona, entre otros personajes, a los hermanos Morón Hernández, presuntos testaferros de Nicolás Ernesto Maduro Guerra, sancionados el 23 de julio de 2020 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Las hermanos Santiago José y Ricardo José Morón Hernández son señalados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros como los responsables de supervisar el mecanismo financiero del esquema de oro ilícito que dirige Nicolás Ernesto Maduro Guerra, hijo del presidente y líder del chavismo Nicolás Maduro.
A Santiago lo identifican como el asistente principal de Maduro Guerra, mientras que a Ricardo lo presentan como el encargado de las operaciones de altas finanzas y de los traslados de la mercancía. De ambos la información es escasa, por no decir que no existe. Y es que su rastro en la web ha sido borrado, junto con el de sus familiares y amigos más cercanos.
La investigación de El Nacional destaca que en 2019 se creó una serie de perfiles falsos con los apellidos Morón Hernández para tratar de blanquear la imagen de los hermanos, los cuales fueron replicados por una serie de páginas inventadas alojadas en el mismo hosting con la intención de posicionar estos cibermuñecos de paja en los primeros resultados de búsqueda en Google, Bing y otras plataformas.
Al posicionar contenidos sobre falsos homónimos o cibermuñecos de paja se solapa la información real sobre los hermanos Morón Hernández, distintas de las notas relacionadas con las sanciones que les aplicó Estados Unidos. Mientras más difíciles sean de encontrar, con más certeza devienen en fantasmas y no se pueden investigar sus operaciones.
La investigación reveló parte del entramado que llevó a la familia Morón Hernández, conocidos por liderar la empresa Constructora Cresmo C.A., hasta la extracción y la venta del oro al Banco Central de Venezuela, junto a otro personaje del régimen: Alex Saab.
Saab y los Morón se adueñaron del negocio en 2018 y desde las oficinas que compartían en el edificio Galipán, en Chacao, cerraban las operaciones para exportar el oro, el pago en euros y, en ocasiones, el intercambio por alimentos y camiones cisternas, entre otros bienes
Además de los hermanos Morón Hernández y Alex Nain Saab Morán, también tenían asignaciones Mario Enrique Bonilla Vallera y Raúl Eduardo Saavedra Leterni, testaferros de Yoswal Alexander y Yosser Daniel Gavidia Flores, hijos del primer matrimonio de Cilia Flores.