La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) custodiará el referendo que se celebrará el próximo 3 de diciembre, en el que el país responderá, entre otras cuestiones, si aprueba o no anexionarse la Guayana Esequiba, un territorio de casi 160.000 kilómetros en cuadrados en disputa con Guyana.
«La FANB, además de sumarse en su voz rebelde, también acompaña al pueblo en todo lo que tiene que ver con su seguridad amplia, garantizada, para que salga cada ciudadano a ejercer su derecho político a votar en un asunto que es de vital trascendencia», dijo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, al término de una reunión con el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso.
Explicó que la institución militar estará lista en 39 días para resguardar las votaciones, como ocurre habitualmente en las elecciones venezolanas, pues ya tiene un «articulamiento con el CNE» para poner «toda la capacidad, la moral y el adiestramiento de la FANB» al servicio de la votación.
Esta consulta «nos va a invitar a nosotros a tomar partido, tomar orientaciones en medio de una campaña internacional de las cuales se han apoderado las transnacionales petroleras para apropiarse de lo que no le pertenece a nadie sino a Venezuela», aseveró.
Llamó a participar en este referendo, promovido por el gobierno y el Parlamento, a «cada venezolano que siente en lo más profundo su territorio, todo lo que le pertenece» al país.
El referendo consistirá en cinco preguntas dicotómicas, con las que el chavismo busca que los venezolanos respondan afirmativamente, entre ellas a respaldar «la posición histórica (del gobierno) de no reconocer la jurisidicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para resolver la controversia territorial».
La Guayana Esequiba, rica en recursos naturales y minerales, ha sido el centro de una pugna entre las partes y se encuentra en un nuevo episodio de tensión, luego de que la CIJ se declarara competente para decidir al respecto.
Guyana se basa en un laudo arbitral de 1899 que le adjudicó el territorio (entonces bajo el dominio del Reino Unido), una decisión contra la que Venezuela protestó de inmediato, un reclamo que, tras varias fases, se mantiene hasta la fecha.
Venezuela, por su parte, defiende que el Acuerdo de Ginebra, firmado en 1966, es el que rige esta controversia, pues -asegura- se trata del «único instrumento jurídico vigente» y depositado en la Organización de Naciones Unidas (ONU) para resolver con negociaciones la disputa.
El Acuerdo de Ginebra contempla que las partes deben resolver de forma satisfactoria, práctica y amistosa la controversia territorial.