“Pragmático”. Así definen analistas a Nicolás Maduro y su manera de relacionarse con la comunidad internacional en estas últimas semanas. Hace pocos días Caracas recibió a una delegación de Estados Unidos cuyo objetivo era lograr la liberación de ciudadanos de ese país presos en suelo venezolano, lo cual no fue posible hasta ahora. A la vez hubo celebraciones y agasajos por los 48 años de relaciones entre Venezuela y China.
Maduro informó el lunes 27 de junio a través de la televisión pública que una delegación de la administración de Joe Biden estaba en el país y que mantendría un encuentro con Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional. El dirigente oficialista no dio detalles de la reunión.
Al día siguiente, Li Baorong, embajador de China en Venezuela, fue recibido en el Palacio de Miraflores. Música y danzas amenizaron el encuentro con Maduro, quien calificó al gigante asiático como “la hermana mayor de Venezuela». En la Asamblea Nacional también hubo celebración.
Relaciones entre China y Venezuela
Jugando en estas dos bandas, entre la rivalidad chino-estadounidense, es posible que Maduro siga con su intención de molestar a Estados Unidos mostrando esa afinidad con China, que se creó en 2001 cuando Hugo Chávez y Jiang Zemin fundaron la Comisión Mixta de Alto Nivel Venezuela-China, en medio de la cooperación bilateral.
Hasta hoy existen 618 proyectos financiados por el Fondo Chino que incluyen acuerdos en materia de alimentación, salud, educación, viviendas, militar y energético. China y Rusia fueron los países que suministraron vacunas a Venezuela para atender el coronavirus. Además, hay un aspecto importante: la deuda que Caracas mantiene con Pekín.
Según el centro de estudios Diálogo Interamericano y la Universidad de Boston, revelado por la Fundación Andrés Bello, entre 2007 y 2018 China prestó a Venezuela más de 67.000 millones de dólares. El economista y profesor universitario José Guerra dijo a EL TIEMPO que, hoy en día, Venezuela aún debe pagar 20.000 millones de dólares.
“Maduro está jugando al pragmatismo como inspiración de su política exterior”, así lo cree el exdiputado y analista Nelson Chitty La Roche, quien considera que el gobernante se mueve por conveniencia.
“Si los estadounidenses vienen, pues Maduro les abre la puerta. Sonríe con ellos y les pide que levanten sanciones”, dice Chitty La Roche, al tiempo que recuerda que mientras eso sucede el dirigente oficialista sigue mostrando su simpatía y buena relación con los chinos, “a los que Venezuela les debe mucho dinero que no está pagando como se había pactado”.
Con el país con una economía reducida, con algunas sanciones petroleras levantadas, pero que no ponen a correr aún a la industria petrolera, las decisiones en cuanto a relaciones exteriores se hacen “sin emociones” porque hay que buscar los beneficios, dice Chitty La Roche.
Delegación de EE UU en Venezuela
Sin embargo, de momento no se han visto los resultados de la visita estadounidense a Caracas. Lo cierto es que la delegación, integrada por el embajador designado para Venezuela, pero radicado en Colombia, James Story, y el experto en negociación de rehenes Rogers Carstens, también mantuvo encuentros con Juan Guaidó y representantes de la Plataforma Unitaria para los diálogos en México, así como con otros opositores.
En la última reunión también participó el embajador de Francia en Caracas, Romain Nadal, pues el encuentro se dio en la residencia francesa como punto neutral. La embajada estadounidense en la capital venezolana está cerrada.
“La delegación estadounidense vino a interceder por el exmarine (Matthew Heath), pero aparentemente no logró su objetivo por los momentos”, afirmó el diplomático y politólogo Jesús Mazzei.
Heath se encuentra recluido en el Hospital Militar de Caracas luego de un intento de suicidio. El exmarine está preso desde 2020 acusado de espionaje cuando estaba en territorio venezolano y fue detenido -según la versión chavista- con explosivos y fotografías de refinerías.
Son ocho los estadounidenses presos en el país. Tres militares, que incluyen a Heath, y cinco directivos de la filial petrolera Citgo. En la última visita de Estados Unidos el 5 de marzo se logró la liberación de dos ciudadanos y del lado Biden se relajaron algunas sanciones. Además, un sobrino de Cilia Flores, primera dama de Venezuela, fue eliminado de la lista de la Oficina de Control de Activos (OFAC).
Mazzei considera que otro de los puntos planteados por los norteamericanos fue la necesidad de sentar de nuevo a oficialismo y a la oposición con el fin de retomar el mecanismo de la negociación, pero para el politólogo los pasos que se den de ahora en adelante tendrán un nuevo actor: Colombia.
“Encausar el diálogo en los próximos meses creo que depende cómo juegue el nuevo presidente de Colombia y su papel en la región y en la relación Estados Unidos -Venezuela”, opinó Mazzei.
Hasta ahora la expectativa se mantiene entre los grupos políticos del país, sobre si Estados Unidos puede impulsar de nuevo el diálogo y cuál será el papel de Gustavo Petro luego del 7 de agosto en las relaciones de Maduro-Biden.
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