La plataforma independiente Testigo Directo publicó un reportaje de la periodista Natalia Roca titulado «El drama de las enfermedades infantiles en Venezuela», en el cual se mostró la situación de un niño con una condición poco común, así como la de dos niños con cáncer.
Enfermedades infantiles
«Niños venezolanos sufren y algunos fallecen por enfermedades casi incurables como el síndrome de Cantú y el indeseable cáncer, en Venezuela. En el país donde faltan en los hospitales públicos insumos médicos para ser tratados. Madres y padres viven en carne propia un sufrimiento inmerecido de no poder hacer mucho por sus hijos», señala el reportaje.
Síndrome de Cantú
Uno de los casos mostrados es el de Lian, de 3 años de edad, que habita en Caricuao, Caracas, y que padece el síndrome de Cantú.
Se trata de una enfermedad poco común y que involucra múltiples anomalías congénitas, que incluyen problemas cardiovasculares, respiratorios y gastrointestinales, así como macrocefalia y crecimiento excesivo del vello corporal, entre otros.
La madre contó que el niño presenta cuadros de hipoxia (déficit de oxígeno en el organismo) y han debido trasladarlo de urgencia a un centro asistencial.
Además, Lian padece de dolores intensos por hernias en testículos y ombligo.
El pequeño y su madre viajaron a Cuba en una ocasión tratando de encontrar un tratamiento.
Niños con cáncer
Por otra parte, en el reportaje se cuenta la historia de dos niños con cáncer, tratados en el Instituto Oncológico Luis Razetti.
Uno de estos casos corresponde al de una niña, Ashley, de 4 años de edad, diagnosticada con retinoblastoma bilateral.
Su madre contó que Ashley requiere una operación que cuesta más de 5.000 dólares, suma que no posee.
Asimismo, se mencionó el caso de un bebé de un año de edad, Aleandrik, que en febrero de 2021 fue diagnosticado con cáncer rabdomiosarcoma.
Su madre manifestó que se siente impotente por no tener los recursos económicos para ayudar al bebé.
Contó que sabiendo la condición del niño era consciente de que tarde o temprano fallecería, lo que en efecto sucedió un día después de haber dado las declaraciones.
El niño requería con urgencia una transfusión, pero no se encontraron los donantes.
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