Un mes antes de la fecha que se había acordado para el inicio de la consulta popular convocada por la oposición mayoritaria en Venezuela –como alternativa a la no participación en las cuestionadas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre–, esta tenía un desafío importante.
“El reto que tenemos es salir a promover la consulta popular en cada rincón del país, como mecanismo de participación ciudadana”, reconocía el líder opositor Juan Guaidó, el 5 de noviembre.
Él mismo salió a las calles a cumplir con esta tarea. Con tapabocas y cánticos de “no al fraude, consulta popular”, retomó las asambleas de ciudadanos que tanto le funcionaron a principios de 2019 y protagonizó recorridos por calles y avenidas, e incluso casa por casa, dentro y fuera de Caracas, una acción que imitaron otros diputados en sus respectivos estados.
- Blanca Rosa Mármol: “El sentido de la consulta popular es gritar que no queremos más a este régimen”
La oposición mayoritaria, además, sumó a su propuesta, en eventos públicos, a distintos actores: trabajadores, mujeres, maestros, exgobernadores y, más recientemente, médicos.
Sin embargo, a ocho días de que los venezolanos, dentro y fuera del país, puedan comenzar a responder a las tres preguntas de la consulta –si exigen el cese de la usurpación por Nicolás Maduro y convocan la realización de elecciones libres, justas y verificables; si rechazan el evento del 6 de diciembre; y si ordenan adelantar gestiones ante la comunidad internacional para rescatar la democracia–, la campaña para este proceso sigue estando tan fría como la de las elecciones parlamentarias que, contra viento y marea, celebrará el régimen de Maduro el próximo domingo.
“La consulta es atractiva como concepto para la gente, es lo que hemos medido, el asunto es que todavía el producto, en su forma definitiva, no ha sido puesto en escena, no ha sido transmitido a la opinión pública con una campaña, eso apenas está empezando, dependiendo de cómo la gente termine viendo el producto final y qué tan efectiva es la publicidad, tendrá un impacto”, le dijo a El Tiempo Félix Seijas, director de la firma Delphos.
Consulta popular en medio del escepticismo
Hasta este viernes, entre los ciudadanos que adversan a Maduro imperaba el desconocimiento y, sobre todo, el escepticismo. El llamado de la dirigencia opositora es para que los venezolanos participen en el proceso que se llevará a cabo, virtualmente, entre el 7 y 12 de diciembre, con la posibilidad de participar presencialmente ese último día. “Creo importante, una vez más, manifestar mi repudio al régimen y que queremos cambio”, dijo un ciudadano a favor del proceso.
Pero otros consideran que será muy poco el efecto que tendrá la consulta popular promovida desde la oposición. No solo porque se dude que se vaya a generar un cambio real, sino también por la falta de confianza que hay en la dirigencia opositora.
“Se generó una completa desconfianza hacia cualquier cosa que encabece un sistema opositor, que a su vez esté encabezado por Juan Guaidó. Probablemente muy poca gente va a tener algún tipo de participación, porque consideran que es pérdida de tiempo y energía, porque no confían que esto tenga ningún tipo de posibilidad de convertirse en algo políticamente tangible”, le explicó a este diario el profesor venezolano y doctor en Ciencia Política Daniel Varnagy.
Los niveles de participación en este proceso que ha medido Delphos, hasta el momento, serían “importantes”, pero no terminarían destacando con respecto a lo que pudiera pasar el 6 de diciembre, en los cuestionados comicios legislativos, para los que se espera alrededor de 30 por ciento de participación.
La oposición, sin embargo, necesitaría de una cifra más contundente. “Ya se tienen las barras de la elección (parlamentaria) de 2015, también de la consulta de 2017 (ambos con más de siete millones de votos)”, agrega Seijas.
Hay optimismo
En el comité organizador de la consulta popular –un grupo de importantes miembros de la sociedad civil venezolana que respaldan el proceso– hay optimismo. “Las cifras (de participación), yo sé que van a ser muy buenas”, afirmó a El Tiempo el exministro Enrique Colmenares Finol, quien preside el grupo.
“Que nos falta todavía, por supuesto; la semana que viene vamos a terminar de complementar”, agrega. “Estamos muy claros de que tenemos que luchar contra la frustración”, acotó, en su conversación con este diario, otro de los miembros del consejo, la conocida abogada venezolana Blanca Rosa Mármol de León, al tiempo que aseguró que es apenas uno de los problemas que deben enfrentar, además de una eventual represión que parte del régimen, que no permitan su realización o que no sea acatado, como prevén muchos.
Pero, aún en ese escenario, no todo estaría perdido. “(El 13 de diciembre) vamos a amanecer con un documento, con una acreditación, una expresión genuina de la voluntad popular que les vamos a poder llevar al mundo y a la comunidad internacional”, expresó Mármol de León.
Por Andreína Itriago / Corresponsal de El Tiempo en Caracas.