“La comunicación se ejerce a diario y en muchos espacios. Es tan dañino el que la emplea mal para timar a sus congéneres, como aquel que crea matrices que buscan generar caos o sembrar ideas. Evidentemente, la elaboración de panfletos propagandísticos o la construcción de aparatos con fines tendentes a la manipulación se aleja tanto del concepto de comunicación como del de ética, pues entra en una fase de adoctrinamiento y de manipulación totalmente execrable”.
Así lo señaló Luis Daniel Álvarez, comunicador social, internacionalista y especialista en Ciencias Sociales, durante su intervención en el programa Comunicaciones en tiempos de pandemia, organizado por Fedecámaras y el cual se desarrolla a través de su plataforma Campus Virtual Empresarial.
Ante una audiencia conformada por gremialistas, comunicadores sociales, y profesionales de otras áreas, Álvarez expresó que tenían la misión de trabajar canales limpios y de reivindicación de los emisores, “entendiendo que un mensaje claro y diáfano es aliado del progreso y la paz, y es probablemente la mejor estrategia para frenar los embates de la mentira, que con oscuros intereses y mezquindades, apuesta por el control social”.
Agregó que las sociedades que son particularmente inmaduras en lo que a instituciones se refiere y las épocas de caos, desasosiego, incertidumbre y polarización –tal es el caso de guerras o de pandemias– son terreno fértil para que irrumpan factores que menoscaban el proceso comunicativo y afecten la transparencia y la concordia ciudadana. “El vehículo para que ello ocurra no son, por lo general, los medios tradicionales, sino las redes sociales que pasan a ocupar un rol activo transformándose en un campo de batalla en el que, a través de la limitación del espacio y un escaso número de caracteres e imágenes, se formulan escenarios de toda naturaleza y se cuestionan procederes. El drama llega a ser tan notable que existen personas que miden el éxito o el fracaso de sus vidas por el número de seguidores que puedan tener”, indicó.
Alertó, según una nota de prensa, que las noticias falsas (fake news) y rumores explotan el vacío comunicacional y consiguen eco en unas redes que los multiplican sin freno y sin parangón.
El asunto, aclaró, no es dejar de usar las redes sociales, sino entender que éstas no pueden sustituir a los medios periodísticos como canal de información y que su utilización tiene que ser complementaria, recreativa y nominal. No es tampoco un lugar, dadas sus características, para el debate académico profundo, por ello la tergiversación de su funcionamiento pareciera ir convirtiéndose en regla, llenando el vacío de una sociedad que se queda sin referentes y que se encierra en su burbuja tecnológica y en su pantalla de cristal.
El programa que comenzó el pasado lunes 30 de noviembre, continuará con dos módulos más: Comunicación organizacional en crisis de pandemia, conducido por Amado Fuguet, Luis Indriago y Marcela Ojeda, consultores de Fuguet, Comunicación y Cambio; y Redes Sociales en un mundo de pandemia a cargo del periodista especialista en medios digitales Luis Carlos Díaz.
Inscripción e información
El programa está abierto al público en general y no tiene ningún costo para el participante. Las inscripciones están disponibles hasta este viernes 4 de diciembre. Solamente deberá registrarse llenando el formulario que encontrará en el siguiente enlace.
Al culminar los tres módulos se otorgará un certificado de participación.
Para recibir mayor información, favor comunicarse con la Gerencia de Proyectos de Fedecámaras por el correo e.proyectos@fedecamaras.org.ve.