Igbert Marín Chaparro
Foto Archivo

El abogado Edgard Simón Rodríguez difundió un carta dirigida al teniente coronel Igbert Marín Chaparro, quien este 25 de septiembre cumple 45 años de edad.

El teniente coronel se encuentra privado de libertad desde el 2 de marzo de 2018, cuando fue detenido junto a otros ocho funcionarios por autoridades de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).

En la carta, Edgard Simón Rodríguez señala que siempre ora por la libertad y el bienestar de la familia de Igbert Marín Chaparro. Destaca que al militar el Estado venezolano le está violando sus derechos humanos.

«Hoy, en el día de tu cumpleaños, oro a Dios de manera particular, pido para ti especialmente los dones del Espíritu Santo. El don de la fortaleza para que te mantengas firme en tu ánimo a diario, con fe en nuestro Dios, aferrado a él, teniendo la paz de saber que a pesar de todo lo que ha sucedido en estos seis años, su justicia se va a imponer y que siempre el Sagrado Corazón de Jesús, el amigo que nunca falla, te acompaña», expresa.

Y ruega por la libertad de Venezuela.

Carta a Igbert Marín Chaparro

A continuación, la carta completa:

«Hoy 25 de septiembre cumples un aniversario más de vida. Lamentablemente privado de tu libertad injustamente y bajo la violación de tus derechos humanos. Siempre oro por tu libertad y el bienestar de tu hermosa y noble familia. Pero hoy, en el día de tu cumpleaños, oro a Dios de manera particular, pido para ti especialmente los dones del Espíritu Santo. El don de la fortaleza para que te mantengas firme en tu ánimo a diario, con fe en nuestro Dios, aferrado a él, teniendo la paz de saber que a pesar de todo lo que ha sucedido en estos 6 años, su justicia se va a imponer y que siempre el Sagrado Corazón de Jesús, el amigo que nunca falla, te acompaña. El don de la sabiduría, para que día a día te refugies en la verdad de Dios, guiado por su Palabra, y que esa luz te guíe en cada acción que lleves a cabo, en todo contacto con tus compañeros, custodios, familia, abogados y amigos, y que de esta manera sea nuestro señor Jesús el que siempre hable y actúe a través de ti. Y pido también, entre todos los dones, el don del Amor, para que jamás abrigues dentro de ti resentimiento alguno contra aquéllos que te han causado daño, y así vivas la paz interior del perdón, que es un regalo de libertad para el alma, y que deja a la Justicia Divina la última palabra.

Pero también en este día pido por la libertad de Venezuela y pido a Dios que toque los corazones de todos los venezolanos para que solidaricen siempre con el prójimo, en particular con los que sufren como tú y tantos otros, la privación de su libertad por razones políticas. Pues necesitamos para liberar al país, un cambio de actitud entre nosotros mismos, entre los venezolanos, que pasa por ser más humanos.

¡Mi teniente coronel, te admiro por tu fortaleza, disciplina y nobleza, y tengo la certeza de que nos veremos en una Venezuela libre, para trabajar por la reconstrucción de nuestra tierra!

Fe y Lucha.

Un abrazo».


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