La Fundación Simón Bolívar de Citgo envió una carta al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, a propósito de un informe preliminar de la relatora especial de las Naciones Unidas sobre acciones de coacción, publicado el pasado 12 de febrero. En el cual, según Citgo, se divulgaron afirmaciones erróneas.
“La Fundación Simón Bolívar, fundación privada de Citgo Petroleum Corporation, mantiene altos estándares de gobernanza corporativa y ética. Con estos estándares en mente, deseamos ofrecer información sobre nuestros programas de subvenciones en Venezuela y aclarar algunas de las afirmaciones erróneas emitidas por las relatora especial de la ONU, en el informe preliminar”, señala el documento.
Pacientes transplantados
La fundación Simón Bolívar indica que en el informe preliminar de la ONU se hace una afirmación con respecto a 53 pacientes trasplantados.
“Los detalles son desconocidos por nosotros y no parecen estar apoyados en hechos. Desde CITGO y la Fundación Simón Bolívar planteamos este punto con espíritu de transparencia y con el deseo de que nuestras actividades de caridad sean entendidas por completo y de forma precisa. Para nosotros sería un placer poder revisarlos con la Relatora Especial o con el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU”, se lee en carta.
Esto en referencia a que la relatora, sobre el efecto de las sanciones en Venezuela, afirmó que una de las consecuencias de las medidas contra el régimen es que se paralizaron operaciones médicas en el exterior que favorecían a venezolanos.
“Esto brinda una oportunidad para crear mayor conciencia sobre la alarmante situación que padecen los niños con enfermedades de alto riesgo en Venezuela. No solo hay cientos de pacientes que requieren trasplantes de órganos cada año, sino miles que necesitan con urgencia tratamientos y exámenes postransplante de alto costo”, señaló Citgo al respecto.
Y agrega: “Es importante precisar que en el pasado todas estas enfermedades era posible tratarlas dentro de Venezuela. El profundo deterioro del sistema de salud venezolano ha impulsado la creación de programas dirigidos a apoyar los tratamientos de pacientes en otros países, en lugar de ayudar a mejorar la capacidad para realizar estos tratamientos en Venezuela”.
Añade el texto que la fundación recibe donaciones de Citgo para subvencionar programas de salud, como parte de sus pilares de responsabilidad social.
“Tal como fue consultado y establecido con Citgo, el enfoque principal de la Fundación es ayudar a Venezuela en medio de la emergencia humanitaria compleja que atraviesa. La Fundación ha ayudado y sigue ayudando a niños con una variedad de enfermedades de alto riesgo que requieren tratamientos complejos, incluyendo pero no limitado a, trasplantes de medula ósea, trasplantes de hígado, y cirugías especializadas para tratar enfermedades congénitas del corazón”, reitera.
Precisa que en el pasado, y específicamente desde 2007 hasta 2018, la fundación implementó un modelo de ayuda en el que se financiaba a un grupo limitado de pacientes individuales que recibían tratamiento fuera de Venezuela.
“Recientemente, la Fundación decidió alejarse de este enfoque por un conjunto de razones, a saber:
- Este modelo no crea capacidades para el tratamiento de enfermedades de alto riesgo en Venezuela, sino que financia a unos pocos para acceder a tratamientos fuera de Venezuela. Esto inherentemente limitaba el impacto de los esfuerzos caritativos de la Fundación a unos pocos y no construía capacidades dentro de Venezuela.
- Originalmente las subvenciones, que se suponía eran para proveer tratamiento médico para trasplantes o cirugías complejas por de cinco a seis meses, se convirtieron en subvenciones sin plazo definido, con un promedio de cuatro a cinco años de ayuda financiera de parte de la Fundación en vista del continuo deterioro del sistema de salud en Venezuela. En algunos casos la Fundación ha extendido la ayuda financiera por más de ocho años.
- El promedio de ayuda por paciente era de aproximadamente 100.000 dólares por año, con ciertos pacientes acumulando una ayuda cercana al millón de dólares. La Fundación cubría no solo el tratamiento médico, sino los gastos de estadía y viáticos, algo nada común en este tipo de fundaciones. De nuevo, si bien este apoyo era vital para los individuos beneficiados, la creación de capacidades en Venezuela para tratar estas enfermedades de alto riesgo beneficiaría a un número mucho mayor de venezolanos que lo necesitan”, explica la Fundación en la carta.
Agrega que se siente se siente muy honrada de haber ayudado a estos pacientes y a sus familias.
“Sin embargo, en vista de la Emergencia Humanitaria Compleja en Venezuela, la Fundación decidió revisar su misión, para apoyar un modelo que pueda llegar a más personas y más instituciones, para poder generar el mayor impacto posible con el presupuesto limitado de la Fundación. Esta visión revisada se basa en el principio de que el acceso a la atención médica básica sea un derecho humano valorado no solo para unos cuantos sino para muchos”, insiste.
Objetivos
La Fundación de Citgo asegura que se trazó tres objetivos, con un enfoque en mejorar la salud de las personas vulnerables afectadas por desastres, conflictos y pobreza, con especial atención a los niños y las madres, dentro y fuera de Venezuela.
Los objetivos son los siguientes:
- Aumentar el acceso a la medicina, la nutrición y al bienestar de personas y comunidades de bajos ingresos y vulnerables;
- Mejorar la capacidad de los profesionales médicos y cuidadores para servir y tratar a los pacientes, a través de la educación y el apoyo, para volver a construir experticia y capacidad que pueda impactar a un mayor número de pacientes; y
- Aumentar la eficacia de las organizaciones y actores comunitarios empoderándolos para atender las necesidades de salud de las personas más vulnerables en sus comunidades, en particular los niños y las madres.
Además, menciona que con relación a enfermedades de alto riesgo, evalúa un esquema de subvenciones y empoderamiento de las instituciones de salud en Venezuela, para desarrollar capacidades dentro del personal médico para tratar estas enfermedades y para aumentar el acceso dentro de Venezuela a las medicinas.
“Estamos estableciendo alianzas con organizaciones académicas nacionales e internacionales. Hemos identificado organizaciones capaces de hacerlo no solo para atender a un número reducido de pacientes, sino para promover la construcción de capacidades dentro del país para servir a los miles que necesitan de esta ayuda. Sin embargo, el principal obstáculo que hemos encontrado para implementar este programa se encuentra en las limitaciones que tienen las propias ONG para operar de manera regular y segura dentro de Venezuela”, expone.