Durante el inicio del juicio por narcotráfico contra el venezolano Carlos Orense en Estados Unidos, la fiscalía reveló que el acusado pagó a políticos, militares y funcionarios de organismos de seguridad del Estado para movilizar decenas de miles de kilogramos de cocaína a Norteamérica.
En una declaración inicial, la fiscal Kaylan Lasky dijo que Orense escondió drogas y armas en un rancho que poseía en Venezuela, y pagó a funcionarios para garantizar que los aviones y barcos que transportaban su cocaína pudieran partir sin ser detectados o inspeccionados.
«El acusado los compró y pagó todos con el dinero más sucio de la droga. Él era parte de un sistema político corrupto que permitió que floreciera su negocio de drogas», señaló la fiscal en declaraciones citadas por Reuters.
Orense se declaró no culpable de tres cargos de conspiración para la importación de narcóticos y posesión criminal de armas.
La semana pasada se dio a conocer que en el juicio se incluirá un testimonio que acusa a un exdirector ejecutivo de la refinería Citgo Petroleum, propiedad de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela, de ayudar a Orense a lavar dinero a mediados de la década de 2000.
Los fiscales no nombraron al testigo que declarará sobre el director ejecutivo, pero en la presentación del 4 de noviembre lo describieron como un exmiembro del equipo de seguridad de Orense de 2003 a 2010.
Un agente de la DEA escribió en una denuncia de 2021 contra Orense que el testigo fue condenado por cargos de fraude en Estados Unidos en 2015 y se le paga por cooperar con las autoridades.
Los abogados de Orense dijeron que el caso se basa en rumores y que no hay pruebas directas de que sobornara a funcionarios.
El abogado defensor Jason Foy manifestó en su declaración inicial que Orense era un exitoso hombre de negocios que estaba siendo acusado falsamente por ex narcotraficantes que cooperan con los fiscales estadounidenses a cambio de pagos y con la esperanza de poder permanecer en Estados Unidos.
Los fiscales también señalaron que Orense trabajó estrechamente con un exjefe de la agencia de inteligencia militar de Venezuela. Si bien no fue identificado, la descripción coincide con la de Hugo Carvajal, quien en julio se declaró inocente de cargos de narcotráfico.